La cuarta fase cuenta con un edificio multiusos y 108 nichos nuevos
11 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El reto que afrontaban los técnicos del estudio Dopi Arquitectos de Sarria, Roberto López y José Doncel, con la ampliación del cementerio no era sencillo. La meta era conseguir que el camposanto se adaptara al entorno del convento de La Magdalena y que el edificio siguiera predominando con fuerza en el entorno.
El resultado final fue mejor de lo esperado y tanto los 108 nuevos nichos como el edificio polifuncional de la entrada están perfectamente integrados en el conjunto.
Uno de los aspectos que más cuidaron fue que el nivel de las sepulturas y del local de la entrada quedara lo más bajo posible, a nivel de la rasante de la calle ,y así no compitiera en protagonismo con el cenobio. El diseño hizo posible que se lograra ese efecto, al mismo tiempo que permitía un detalle arquitectónico curioso e impactante, el paseo de las personas que lo deseen por encima del techo de la entrada del cementerio.
Otra de las premisas que buscaron lograr con el proyecto fue escapar de la acumulación de sepulturas en un solo bloque con el efecto de colmena que suelen producir este tipo de construcciones. Para evitarlo estructuraron los nichos en pequeños grupos divididos por plazuelas que generen al mismo tiempo, para los familiares, la sensación de paz e intimidad que se agradece en el momento de enterrar o visitar a un ser querido. También eludieron la utilización de materiales muy distintos a los que se encuentran en las inmediaciones. Por ello predomina la pizarra muy similar a los cierres de fincas de la zona.
Edificio principal
El edificio de la entrada principal fue concebido como un punto de encuentro íntimo para los familiares y amigos de la persona fallecida. Por ese motivo todos los símbolos religiosos de la sala principal pueden quitarse sin esfuerzo, adaptando así el lugar a cualquier culto religioso o, simplemente, convertirlo en un punto de encuentro completamente laico. El último detalle de mimetización con el entorno es que el lateral de este local polifuncional sirve como cierre de las instalaciones, sin necesidad de levantar el típico muro elevado de los cementerios.
Al margen de la mencionada sala de usos múltiples, el edificio cuenta con almacén, cuarto de residuos, oficina, aseos públicos adaptados a las condiciones de accesibilidad y depósito de cadáveres.
La puesta en funcionamiento de estas modernas instalaciones contrasta con las tres fases anteriores del camposanto, realizadas sin demasiado criterio y con el único fin de dotar de sepulturas al camposanto ante las demandas de los vecinos