Arte sacro que resplandece

cristina lópez óscar cela TEXTOFOTOSLUGO / LA VOZ

LEMOS

La capilla del Pilar de la catedral de Lugo expone piezas representativas del culto en este templo y del rico patrimonio de la diócesis lucense

11 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Una cruz reliquia con crucifijo, obra de Juan de Bolonia, y un cáliz con sobrecopa donado a la catedral de Lugo por el obispo Vaamonde son dos de las más destacadas piezas que componen la exposición O esplendor da presenza, abierta desde el pasado día 3 en la capilla del Pilar de la catedral de Lugo.

La muestra la forman 25 piezas de gran valor artístico, algunas de las cuales pueden ser admiradas de cerca por primera vez por el gran público. Buena parte de esas obras pertenecen a la catedral, pero hay también cinco objetos de colecciones privadas y cuatro más procedentes de parroquias de la diócesis lucense.

En este último grupo se encuadra, por ejemplo, la cruz a la que se hacía referencia al principio. Pertenecía al colegio del Cardenal de Monforte (hoy Escolapios) y tenía un crucifijo de marfil que fue robado por los franceses, que arrasaron además con toda la ropa del culto. Para poder seguir oficiando la recibieron en préstamo de la iglesia de Santa María da Régoa, que acabó recibiendo como presente esa cruz con el crucifijo de bronce que en la actualidad posee.

Donaciones y regalos

Los recursos de la catedral eran escasos, como reconoce César Carnero, delegado diocesano de Patrimonio y comisario de esta exposición junto con Carolina Casal, por lo que buena parte de las piezas que aquí muestra son fruto de donaciones y regalos. Ocurre así con el mencionado cáliz, que presenta la particularidad de tener tapa, lo que permitía que fuese utilizado a modo de custodia portátil en las procesiones de Semana Santa. Un regalo, en este caso del arzobispo Rajoy, es también la capa pluvial con llamativos motivos barrocos que se puede ver en esta exposición.

Pero en esta muestra no solo hay piezas entregadas en obsequio por autoridades religiosas, sino también algunas recibidas por los obispos, como el valioso báculo regalado por el Ayuntamiento de Lugo.

Cálices de distintas épocas

Además del mencionado cáliz con sobrecopa, se exponen otros cuatro cálices que cubren un amplio espectro temporal: uno renacentista, del obispo Delgado, que es obra del orfebre madrileño Martín de Arrandolaza; otro barroco, procedente tal vez del Nuevo Mundo; un tercero neoclásico, de la Real Fábrica de Platería Martínez -todos pertenecientes al tesoro de la catedral-; y por último, de colección particular, un moderno cáliz de plata y marfil, que se expone con sus patenas, y que constituye un notable ejemplo de la renovación de la orfebrería litúrgica a principios del siglo XX.

Un misal de Amberes

En la exposición O esplendor da presenza, que cuenta con el patrocinio de la Diputación Provincial, se recrea un altar del siglo XVII con todos los utensilios para la eucaristía. La muestra se completa con otras prendas de uso litúrgico, una preciosa ara negra del altar mayor de la catedral, dos portaviáticos (pequeñas cajitas en las que se lleva la comunión a un enfermo o el viático, es decir la última comunión como auxilio en el camino al cielo) de colección particular de los siglos XVIII y XX, un misal de 1749, de la Architipografía Plantiniana, de Amberes, y dos blasones, el del Reino de Galicia y el del Concello de Lugo, que lleva la leyenda que da título a esta muestra: «Hoc hic mysterium...».

Acostumbrados a verla en lo alto del altar mayor de la catedral, la custodia de Juan Sáenz de Buruaga, donada a este templo en 1772 y obra de Manuel Timoteo Vargas Machuca, es, por así decirlo, la pieza estrella de esta muestra y la obra que, según César Carnero, «xustifica por si soa esta exposición». Esta custodia, donde se expone permanentemente el Santísimo Sacramento, privilegio del que la catedral de Lugo goza desde la Edad Media, no se había retirado de su lugar habitual desde 1860, por lo que esta es una oportunidad única de poder observarla a una altura que permita examinar pormenorizadamente, tanto por su parte anterior como posterior, los detalles de esta pieza de incalculable valor artístico, que se ha ido enriqueciendo con joyas de numerosos fieles.

Capilla del Pilar de la catedral

Inaugurada el 3 de diciembre, esta exposición estará abierta al público durante tres meses

De 10.00 a 13.30 y de 16.00 a 19.30. Cierra los domingos por la tarde y los lunes todo el día