De como una asociación convertida en un «holding» puede realizar un trabajo social con más garantías
03 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Julio Cortiñas es monfortino desde que tenía ocho meses. Nació ocasionalmente en Buenos Aires, hijo de padres de Pantón. Profesionalmente llegó al destino perseguido pero haciendo la ruta al revés: ingeniero técnico agrícola que nunca ejerció, se curtió durante quince años al frente de una empresa de calcetines familiar y la dejó para dedicarse en exclusiva a la asociación Prodeme, que acoge a un centenar de minusválidos psíquicos, ocupa a 85, da trabajo a otra veintena de personas, factura anualmente dos millones y medio de euros y duplicará la cifra en dos años vendiendo carne de calidad a una cadena de supermercados. Tienen viviendas tuteladas, explotaciones agrícolas, talleres, carnicería y levantan una residencia para familiares mayores con restaurante en el bajo, que posiblemente es el único edificio en contrucción en estos momentos en Monforte. Ayer recibió en Santiago un homenaje por los más de 20 años que estuvo al frente de la Fademga, la federación que agrupa a las asociaciones gallegas.
Para Julio la faceta económica y social no solamente son compatibles sino que se complementan. «Ademáis de voa vontade, unha ONG tén que ter recursos, senón probablemente vale de moi pouco. É necesaria unha fonte de ingresos, sobre todo agora que as administracións recortan», argumenta. Como en otras facetas, administrar y emprender nuevos retos son dos pilares fundamentales en el trabajo social.
«Intentamos demostrar que unha persoa con discapacidade, co apoio necesario, axuda a crear riqueza no entorno», afirma el presidente de Prodeme. Pero a estas alturas lo tienen más que demostrado. En los últimos días presentaron en el Concello una solicitud de ampliación del edificio residencial para padres de persoas con discapacidad, presupuestado en dos millones y medio de euros, pero superará los tres porque llevará centro de día, centro ocupacional y apartamentos.
Comenzaron en la zona de As Lamas y ahora también tienen un edificio de viviendas, que llevará un restaurante, junto al campo de fútbol y otro en la de O Malvarón.
De regreso de la emigración, el padre de Cortiñas decidió aprovechar la experiencia adquirida como trabajador de una fábrica de calcetines en Buenos Aires y montó otra en Monforte. Años más tarde la heredaron Julio y su hermana. Pero llegó un momento en que el crecimiento de Prodeme por una parte, y la apisonadora china por otra, le hicieron plantearse dejar la fábrica de calcetines. «Os grandes cambios que houbo no sector aínda os comprobei hai pouco tempo, cando regresaba dunha viaxe e decidin parar en Pradoluengo, en Burgos, donde había centos de máquinas traballando no textil. Xa non queda nin unha en funcionamento».
Desde hace 30 años
Cortiñas pertenece a Prodeme desde 1980, dos años después de su fundación, impulsada por el maestro Camilo López Álvarez. Al principio atendían a siete jóvenes de Monforte en un piso tutelado y a otros tantos mediopensionistas, y era una simple asociación asistencial. Comenzaron montando un pequeño taller ocupacional de cerámica y fabricación de fregonas, y posteriormente otro de escayola. El Concello les cedió una nave junto al campo de la feria, y al cabo de un tiempo les prestó una finca en la que comenzaron con las actividades agropecuarias. Primero fueron ovejas y después pollos, conejos y recría y engorde de terneros. En estos momentos los terneros son la parte fuerte, porque además de ser más rentable, propicia la función integradora de los jóvenes. También siguen criando ovejas y abandonaron la producción de conejos y pollos.
«Criamos máis de mil tenrreiros ao ano e vendémoslle a Eroski uns 900», afirma el gerente de Prodeme. Pertenecen al consejo regulador de Ternera Gallega y se acaban de comprometer a duplicar la producción en año y medio. También venden en esta época carne de porcino que engordan en libertad en una finca propia de 30 hectáreas. Pero la factoría de ideas no para y ahora, para combatir la crisis y seguir manteniendo la calidad, compran directamente la soja y el cereal para los piensos.
Julio Cortiñas López
58 años
Empresario y gerente del centro de minusválidos psíquicos Prodeme
El comedor del centro asistencial