Rastros animales y humanos del Pleistoceno

La Voz

LEMOS

03 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Las excavaciones de la cantera se llevan a cabo al borde de un barranco de dieciséis metros de altura que fue creado hace dos años por una voladura. La explosión destruyó casi por completo una caverna caliza llena de sedimentos en los que se conservaban fósiles de numerosas especies animales del Pleistoceno. Los investigadores lograron recuperar entre los cascotes cerca de un millar de piezas. Lo que se está estudiando ahora es la única parte de la cueva que se salvó del derrumbe -su extremo posterior-, donde el año pasado se hallaron algunos fósiles y varios artefactos de piedra que los arqueólogos han encuadrado en el Paleolítico Medio, la época en que vivieron los hombres de Neandertal.

Una datación radiométrica realizada hace poco asignó una edad de 103.000 años al nivel más reciente de este depósito. La parte que falta por investigar es un cúmulo de sedimentos de escasa extensión situado cerca del borde del precipicio, que podría encerrar algunos fósiles o piezas arqueológicas. Una vez se haya acabado de examinar esta zona, la investigación en la cantera se dará por cerrada.

Últimas dataciones

Por lo que respecta a las excavaciones en la cueva, los investigadores conceden especial atención al nivel arqueológico más antiguo descubierto en este yacimiento, al que las dataciones radiométrica atribuyeron recientemente una edad de 20.000 años. Los artefactos descubiertos en esta capa de terreno, por lo tanto, pertenecen teóricamente a la cultura solutrense, de la que aún no se conoce ninguna muestra segura en Galicia. Las industrias encontradas con anterioridad en el yacimiento corresponden a la más reciente cultura magdaleniense y tienen una edad de en torno a 17.000 años. Entre ellos se encuentra uno de los objetos de adorno más antiguos conocidos en Galicia, un collar elaborado con conchas de moluscos marinos del género Dentalium.

Según explica Manuel Vaquero, el hecho de haber podido localizar en la gruta el rastro de unos asentamientos humanos más antiguos que los que se habían descubierto con anterioridad en este lugar añade un interés adicional a las nuevas excavaciones, ya que abre la posibilidad de remontarse aún más hacia atrás en el tiempo y de documentar períodos culturales hasta ahora desconocidos en el noroeste.

La cultura solutrense, a la que supuestamente pertenecen estas industrias recién datadas, se desarrolló en una época de frío extremo en la que una gran parte del continente quedó deshabitada.