La suelta masiva de truchas de piscicultivo tiene, según algunos autores, graves consecuencias ecológicas directas para los cauces fluviales. Pero hay investigaciones que apuntan también a la existencia de «impactos indirectos», como podría ser la proliferación de cormoranes en aguas continentales. Según el informe publicado en la web de Ríos con Vida, las sueltas de truchas no autóctonas podría suponer «un efecto llamada» para depredadores ictiófagos de gran movilidad, «particularmente aves como por ejemplo el cormorán grande, que han venido colonizando de forma creciente numerosas masas de agua interiores». «La suelta masiva de ejemplares alóctonos de trucha en tramos de pesca, probablemente está contribuyendo significativamente a consolidar el asentamiento de poblaciones invernantes y colonias estables de estas aves en nuestras aguas dulces, al garantizarles unos recursos tróficos abundantes y fáciles de obtener en épocas en que otros peces presa escasean o resultan difícilmente accesibles a los depredadores». En la foto de la izquierda, uno de los muchos cormoranes que visitan los últimos años el tramo urbano del Cabe coincidiendo con la época de reproducción de las truchas. foto Alberto lópez