El campus descubre que cinco toxinas marinas sirven para combatir el alzhéimer

laura lópez LUGO / LA VOZ

LEMOS

Investigadores lucenses probarán su efecto en otras enfermedades neurodegenerativas

08 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Un equipo de investigación de Farmacoloxía, en la facultad lucense de Veterinaria, ha descubierto los beneficios de cinco compuestos para combatir el alzhéimer. Lo ha hecho en el marco de una serie de proyectos de investigación pioneros (financiados con fondos Feder, de la Xunta de Galicia y el Ministerio de Ciencia y Tecnología) en los que están probando la actividad terapéutica de ficotoxinas marinas en células madre para su empleo en enfermedades neurodegenerativas, entre ellas, el alzhéimer.

Eva Alonso, que está haciendo su tesis con una beca del FIS, y Carmen Vale, investigadora principal, son las dos encargadas de estos proyectos de Farmacoloxía, departamento que coordina Luis Botana. Según explican estas investigadoras lucenses, han conseguido probar con éxito cinco compuestos, mediante ensayos in vitro, que mejoran la patología del alzhéimer. Es decir, lo probaron en células madre de ratones, afectadas por marcadores del alzhéimer. Por ello han patentado esos cinco compuestos. El siguiente paso, con el que ya han empezado a ensayar, es probar estas toxinas en ratones vivos, y si funciona, como así esperan, dar el salto a humanos. «Esto promete», comentaba ilusionada Carmen Vale. «Lo que estamos es estudiando el mecanismo de acción de esas toxinas y cómo afectan a la evolución de la enfermedad en las células», explica Alonso. «Empezamos en el 2008, y la investigación se prolongará hasta el 2013. Lo que se pretende hacer es que las toxinas que demuestren su efectividad se utilicen para el desarrollo de fármacos», comenta Vale.

Por ahora solo han ensayado con alzhéimer, pero los investigadores creen que podrá tener aplicaciones en otras dolencias: enfermedad de los priones (más conocida como de las vacas locas), párkinson, esclerosis, síndrome de Down...

Frenar el avance de la dolencia

La mayor novedad de estos tratamientos, según explican las investigadoras, es que no serían tratamientos sintomáticos, sino que reducirían la incidencia de la enfermedad y la frenarían. «Con el alzhéimer se producen unas proteínas que se cree que son las responsables de déficits cognitivos. Hasta ahora, los únicos medicamentos que hay en el mercado son para tratar los síntomas. Lo que creemos que se podría conseguir con estas toxinas es disminuir los efectos de las alteraciones celulares que produce la enfermedad», cuenta Carmen Vale.

Las fitotoxinas con las que ensayan proceden de un tipo de algas que, en su mayoría, forman el plancton marino. Para conseguirlas, el equipo investigador se las compra a una empresa gallega, que precisamente nació en el campus de Lugo, Laboratorio Cifga SA, que les proporcionan las toxinas purificadas. Utilizando concentraciones no tóxicas de estos compuestos, consiguieron lograr los avances antes citados.

Uno de los proyectos comenzó el año pasado y durará hasta el próximo, y el otro se prolonga desde el 2009 al 2013. Disponen de unos 90.000 euros para cada uno.