En pleno proceso de matriculación y admisión de alumnos en los centros educativos lucenses para el próximo curso, la Federación Provincial de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fapacel) insta a la jefatura territorial de Educación a hacer cumplir la normativa que establece que el 15 por ciento de las plazas de los centros públicos y concertados han de reservarse para alumnos con necesidades educativas especiales.
Desde Fapacel consideran que aún se está a tiempo de evitar la situación de discriminación que según esta federación se ha estado produciendo este curso y los anteriores y que se traduce en que esos alumnos acaban concentrándose en un número reducido de centros públicos, con los consiguientes problemas de disminución del nivel educativo del alumnado y mayores necesidades de dotación de profesionales cualificados para atender a esos escolares.
Pocos centros
Según denunciaron ayer, en la capital lucense son básicamente cuatro los centros públicos que están asumiendo el más de medio centenar de alumnos que presentan unas necesidades educativas específicas; mientras que los concertados no cuentan con el porcentaje que les correspondería, y la Administración hace la vista gorda y mira para otro lado en un asunto que la federación considera «inxusto, ilegal e inaceptable».
Otra exigencias de la federación es que se refuercen los equipos de atención al alumnado con necesidades especiales, que creen que hoy está «deixado da man de Deus». Según explican esta falta de personal adecuado es esgrimida como excusa por los centros concertados para no matricular a ese tipo de alumnos. De contar con los equipos de atención necesarios se garantizaría el normal desarrollo del proceso educativo, en opinión de los representantes de las APAS, que reclaman igualmente que se convoque y se reúna la Comisión de Escolarización para abordar estos asuntos.