El paleolítico de Lemos se estudiará en laboratorio los próximos dos años

Francisco Albo
Francisco Albo MONFORTE/LA VOZ.

LEMOS

09 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La Universidade de Santiago empezó a planear las actuaciones que se llevarán a cabo durante el año próximo dentro del proyecto «Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno de la cuenca media del Miño», que ha situado las tierras del sur lucense en un lugar preeminente en la investigación del Paleolítico en Galicia. Por primera vez desde el 2006, durante la primavera no se realizarán prospecciones arqueológicas ni excavaciones en el valle de Lemos. Pero eso no significa que las investigaciones en la depresión monfortina se hayan dado ya por cerradas o que vayan a interrumpirse, ya que continuarán en un ámbito un poco diferente.

Según explica el arqueólogo Arturo de Lombera, codirector de los trabajos de campo de este proyecto, el estudio de los yacimientos paleolíticos de esta zona se centrará en los trabajos de laboratorio al menos durante los próximos dos años. «Desde el 2006 recogimos en la zona de Monforte una gran cantidad de materiales y de datos que ahora habrá que procesar y estudiar con mucho detenimiento para extraerles toda la información posible», señala.

En las investigaciones sobre el terreno realizadas durante los últimos años -continúa De Lombera-, los arqueólogos han obtenido suficientes materiales como para hacerse una idea general de la evolución que pudieron seguir los poblamientos humanos en este territorio a lo largo de extensos períodos de la prehistoria. De lo que se trata ahora es de interpretar todos los datos recogidos hasta la fecha y reconstruir esa dinámica con la mayor precisión posible. Los investigadores intentarán determinar aspectos como la distribución espacial de estas poblaciones primitivas, los patrones de asentamiento propios de las distintas épocas del Paleolítico, las técnicas de aprovechamiento de los recursos naturales y de obtención de materia prima para fabricar herramientas de piedra o la delimitación cronológica entre las diferentes etapas tecnológicas, que puede variar mucho de unos territorios a otros. En estos trabajos de laboratorio pueden utilizarse técnicas muy diversas, que van desde el estudio de los artefactos líticas con el microscopio hasta el uso de herramientas informáticas combinadas con la cartografía y la fotografía aérea, pasando por los análisis estratigráficos y edafológicos.

Recorte presupuestario

La estrategia de investigación prevista para el 2011 -comenta Arturo de Lombera- responde por un lado a la necesidad de analizar a fondo los numerosos materiales y datos recogidos en la depresión de Lemos en los últimos cinco años, pero también se ajusta a las limitaciones presupuestarias que sufre el proyecto debido a la crisis. Como ya se informó anteriormente, la USC había solicitado al Ministerio de Ciencia e Innovación una subvención de más de 200.000 euros para los próximos tres años, pero solo ha recibido 55.000. Ante este recorte -señala el arqueólogo- «se ha optado por no iniciar por ahora nuevas excavaciones o sondeos, que pueden suponer un esfuerzo muy importante en material y personal, y centrarse durante un tiempo en los trabajos de laboratorio, aprovechando que disponemos ya de muchos materiales para estudiar».