Cuevas que son minas para la ciencia

Francisco Albo
Francisco Albo QUIROGA/LA VOZ.

LEMOS

El estudio científico de las cavidades subterráneas de la sierra de O Courel está proporcionando hallazgos cada vez más numerosos e importantes

07 dic 2010 . Actualizado a las 11:28 h.

Hechos recientes como la abertura de una sima en un prado de la aldea de Millares y la exploración del lago subterráneo de la cueva de Ceza han atraído especialmente la atención hacia las grutas calizas de la sierra de O Courel. Estos formaciones geológicas todavía están muy poco estudiadas, pero desde hace décadas están siendo escenario de diversas actividades de investigación científica que en los últimos años han dado lugar a importantes descubrimientos.

Uno de los hallazgos más llamativos en las cavidades de la sierra fue el del escabarajo Galaicodytes caurelensis , una especie única en el mundo que desciende de insectos tropicales de la Era Terciaria, una época en la que el territorio gallego se encontraba mucho más cerca del ecuador. Esta rarísima especie fue descubierta en el año 2000 por los biólogos José María Salgado, catedrático de la Universidad de León, y Vicente Ortuño, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid. Pero la mayoría de los descubrimientos científicos efectuados en las cuevas de O Courel en los últimos tiempos han sido realizados por investigadores del Instituto de Xeoloxía de la Universidade da Coruña, a menudo en colaboración con miembros del club espeleológico Maúxo.

Una buena porción de los hallazgos realizados por este centro consisten en fósiles del Pleistoceno, la era geológica que terminó al acabar la última glaciación, que encuentran en las cuevas calizas de la montaña unas condiciones de conservación que no se dan en la mayor parte del territorio gallego debido a la acidez de los suelos. Entre ellos destacan los restos humanos más antiguos conocidos en Galicia -de entre 10.000 y 8.000 años- y los de los primeros uros o toros salvajes que se localizan en el noroeste. Pero los científicos del instituto universitario también han encontrado numerosos huesos de oso cavernario, oso pardo, ciervo y otras especies que formaron parte de la fauna de la sierra hace decenas de miles de años. El estudio de estos materiales es coordinado por la paleontóloga Aurora Grandal y ya ha sido divulgado amplamente en diversas publicaciones especializadas. En la actualidad se están realizando intentos para secuenciar el ADN de los referidos restos humanos y de algunas fósiles animales.

El director del instituto geológico, Juan Ramón Vidal Romaní, concede también gran importancia a un proyecto iniciado en el 2008 que tiene por objetivo obtener datos sobre la evolución del clima analizando los espeleotemas, es decir, las estalactitas, estalagmitas y otras formaciones típicas de las cuevas calizas. En un primer ensayo, realizado con las estalagmitas de la cueva de Arcoia, se consiguieron extraer datos sobre las condiciones de temperatura y pluviosidad que se daban en la sierra hace 14.000 años.