El Garoa naufraga en Belesar

Xosé Ramón Penoucos Blanco
X. R. Penoucos SARRIA/LA VOZ.

LEMOS

Desavenencias entre los dueños del yate y el empresario que quería explotarlo dejan al barco varado en Mourulle a la espera de que sus propietarios decidan su futuro

23 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La travesía del Garoa en su primera incursión en agua dulce en el embalse de Belesar se limitó a cubrir el trayecto entre Portomarín y Mourulle, un viaje obligado al quedar sin apenas agua el pantano a su paso por Portomarín.

Las desavenencias entre el propietario del yate y el empresario portomarinense que iba a quedárselo para poner en marcha distintas actividades en la zona desembocaron en una ruptura de relaciones y el barco varado a la espera de destino.

Las cosas parecían funcionar a la perfección cuando a mediados del pasado verano la embarcación de recreo llegaba a Portomarín en medio de un despliegue de medios impresionante tanto para transportarla como para bajarla posteriormente al embalse desde el puente principal de la localidad.

El empresario que quería adquirir la embarcación comenzó a realizarle varios arreglos que en teoría deberían de dejarlo en casi perfecto estado y tenía proyectado hacerle una gran reforma consistente en recubrir el casco por completo de fibra. El problema, según explica este industrial, fue que tras solicitar presupuesto a un carpintero detectó que debido al mal estado del barco tendría que invertir una cantidad más elevada que la que tenía pensado en principio. Informó de esa contingencia a los dueños de la nave y les dijo que en esas condiciones no seguiría adelante con la transacción. Las relaciones se rompieron en ese momento y es muy complicado que vuelvan a reanudarse.

La persona que iba a adquirir el barco asegura que realizó una cuantiosa inversión para ponerlo en regla, así como para transportarlo desde Viveiro hasta Portomarín y asevera que todas las negociaciones fueron verbales, por lo que realmente no hay constancia de las condiciones de la operación.

A pesar de este desengaño, asegura que continuará adelante hasta conseguir una embarcación adecuada para iniciar un proyecto en el que mantiene que lo único que busca es potenciar la zona de los embalses, que considera que no está suficientemente apoyada por los organismos oficiales.

Los dueños del barco todavía no tienen claro lo que van a hacer con él, pero aseguran que todavía hay opciones de que pueda quedarse en Belesar. Si no fuera así posiblemente lo volverían a transportar al muelle de Viveiro.