La asociación ecologista SOS Courel acusó a la Xunta de mentir a la Comisión Europea en cuanto a la financiación de las repoblaciones forestales efectuadas en los últimos años en la sierra. El colectivo dice que el Gobierno autonómico aseguró a la mencionada comisión que estas operaciones no están financiadas con fondos europeos, cuando el origen comunitario de una parte de los presupuestos de estos trabajos «queda perfectamente claro na prática totalidade dos propios carteis das obras». Según SOS Courel, estas operaciones están destruyendo o dañando gravemente varios hábitats naturales, lo que contravendría las directrices comunitarias de conservación ambiental.
Los ecologistas mencionan a este respecto una respuesta recibida por parte de la Comisión Europa por el eurodiputado de Izquierda Unida Willy Meyer, quien -por iniciativa de SOS Courel- preguntó a este organismo por la financiación de las operaciones de reforestación llevadas a cabo en diferentes zonas de la sierra. La respuesta dada al eurodiputado por la Comisión Europea dice literalmente: «De acuerdo con la información facilitada por las autoridades competentes gallegas, no se han asignado fondos europeos a la financiación de estas intervenciones de restauración hidrológica y forestal, y estas han sido financiadas exclusivamente con fondos nacionales».
Carteles anunciadores
Los portavoces de SOS Courel afirman que las explicaciones proporcionadas por la Xunta se contradicen con la información contenida en los carteles que anuncian las obras en los propios terrenos donde estas se ejecutan. Por este motivo, los ecologistas han remitido a Willy Meyer unas «notas aclaratorias», a fin de que se las trasmita a la Comisión Europea. En tales notas mencionan el cartel de unas obras en el monte de As???????Lampas, en la parroquia de Meiraos -adjudicadas a la empresa estatal Tragsa-, en el que «aparece la bandera europea al lado de la española». Señalan asimismo otro cartel anunciador de una obra efectuada en el 2008 en la localidad de Eiriz, de la parroquia de Folgoso, «donde se destruyó por completo un brezal protegido por la directiva de hábitats».
El grupo ecologista considera por otra parte que «normalmente estas obras no obedecen a una necesidad de mejora ambiental del espacio protegido por la Red Natura» y que, por el contrario, «siempre destruyen catastróficamente el espacio natural, pero sirven para el lucro de ciertas empresas, como la empresa estatal Tragsa». Añaden desde SOS Courel que estas operaciones de reforestación «carecen todas ellas de evaluación ambiental» y que se llevan a cabo sin que se informe a los vecinos afectados.