El presidente vuelve a Os Peares cargado de nuevos proyectos para sus vecinos
15 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Alberto Núñez Feijoo era, aunque ilustre, un invitado más en la inauguración de la remodelada estación de ferrocarril de Os Peares, su pueblo natal. Su reforma es un proyecto impulsado por la Diputación y financiado en su mayor parte por la Unión Europea, pero el presidente de la Xunta fue el gran protagonista del día. Y lo fue por varios motivos: por el cargo que ostenta, por el cariño que le dispensaron sus vecinos y, sobre todo, por los anuncios que traía preparados.
Desde su llegada, Núñez Feijoo se convirtió en el centro de atención de todos. Saludó a sus padres y otros familiares y también, uno por uno y por su nombre, a todos los vecinos que se acercaron al acto. Fue especialmente cariñoso con Olga, del bar Barra, que dejó sus responsabilidades en el establecimiento para acudir, con delantal y gorro incluidos, a ver la nueva estación. A ella, que se mantuvo en todo momento junto a la madre del máximo responsable de la Xunta, le tuvo llamar la atención cariñosamente por su expresividad gritando «presidente, presidente».
Pensaba José Luis Baltar que, tratándose la reforma de la estación de una obra impulsada por la Diputación, ganaría algo de protagonismo con su discurso, pero le duró poco. Tras desgranar los detalles de la actuación, que supone la conversión de las instalaciones en centro de interpretación del ferrocarril, lanzó un reto al presidente autonómico. Le pidió públicamente que apoyara el proyecto de tren turístico entre Monforte y Ourense que desarrollaron las diputaciones ourensana y lucense, pero no obtuvo respuesta.
Núñez Feijoo no habló de esta iniciativa pero sí de otras muchas de interés para Os Peares. Antes, no obstante, tuvo tiempo para la nostalgia y recordó algunas anécdotas, como las reprimendas del jefe de estación cuando era niño por jugar en la explanada, lugar donde se celebró ayer el acto. La sorpresa llegó cuando el presidente anunció la construcción de un puente que mejorará las conexiones de los diferentes barrios que forman Os Peares y del pueblo con la N-120. Fue tal la conmoción entre los vecinos por este proyecto que varias mujeres de entre el público lloraron tras el anuncio.
Pero aún le quedaban ases en la manga a Núñez Feijoo, que exhibió poderío ante sus vecinos anunciando también el acondicionamiento de 570 metros de la margen derecha del Miño con un presupuesto de 485.000 euros, la licitación este año de un nuevo centro de salud y la finalización del pabellón municipal. El presidente autonómico niega que esos anuncios supongan un privilegio para Os Peares por ser él natural de allí. «Non me gustan os privilexios pero tampouco as inxustizas», dijo entre los aplausos de sus vecinos.