No salen en los documentales de la 2 que se emiten a la hora de la siesta, pero las tortugas del río Rato ya casi dejaron de sorprender a los paseantes que andan con ojo avizor y todo lo ven. Además, en el Cabe hay cormoranes y en Belesar, gaviotas
El Rato, la pequeña corriente próxima a la capital lucense es elegida por muchas personas para deshacerse de sus mascotas porque consideran que ese es el entorno adecuado. Sin embargo las autoridades medioambientales consideran que el lugar más adecuado para el envío de todo tipo de bichería es el centro de recuperación de O Veral.
En ese centro fue donde acabó precisamente, en agosto del año 2005, «Patata» un mono que un buen día decidió abandonar la granja de Barreiros en la que vivía con un canguro, una llama y varias cabras enanas, para darse un paseo por el casco histórico de Ribadeo y aprovechar para mordisquear a tres viandantes, según recordó la periodista de La Voz en Viveiro, Inma Eiroá. El pequeño Simio pudo ser capturado, al igual que ocurriera meses antes cuando protagonizara una escapada. En esta primera salida, el ofrecimiento de un cacahuete por su dueño bastó para convencer a «Patata» de que volviera a casa.
El que no volvió a su hogar de toda la vida fue «Pitiño», un lobo que fue criado en una casa de Mondoñedo. A finales de octubre del año pasado el criador de este animal fue denunciado por el Seprona por una supuesta infracción grave contra la Ley de Caza. Pocos días después, técnicos de la Consellería de Medio Ambiente fueron a A Recadieira y se lo quitaron. El lobo acabó en un centro de la Xunta.