Una vivienda de tres pisos quedó completamente calcinada por un incendio ocurrido durante la noche de ayer en una aldea del municipio de O Courel. Ocurrió en Vilamor, el mismo pueblo en el que hace cerca de dos semanas murió una mujer después de caer al fuego de la lareira en la que se calentaba. Se trata del segundo incendio en una casa ocurrido en esta aldea desde el 2005 y el sexto que se produce en la sierra de O Courel y sus alrededores en los últimos doce meses. Todo apunta a que este último siniestro se debe a un cortocircuito. El fuego no provocó heridos, ni entre los propietarios de la casa ni entre los vecinos y operarios municipales y voluntarios de Protección Civil que intervinieron en la extinción.
El fuego empezó a las dos y media de la mañana. Por lo menos, fue a esa hora cuando los vecinos avisaron al 112. La casa estaba vacía, porque sus propietarios viven en un inmueble que está al lado y utilizan el que sufrió el incendio para guardar ropa y muebles. A la espera de que llegasen los servicios de emergencias, fueron los propios vecinos de Vilamor los que se echaron a la calle para tratar de apagar el fuego. Pudieron intentarlo gracias a que el pueblo cuenta desde hace tres años con bocas de agua en las que se pueden enganchar mangueras domésticas.
Sin embargo, el fuego era incontrolable. Prendió con mucha facilidad en la estructura de la casa y en el mobiliario y se extendió con rapidez ayudado por el viento, pero es que además en pocos minutos se incendió también el gasóleo del tanque de la calefacción. Javier Fernández, teniente de alcalde y responsable de la agrupación local de Protección Civil, acudió a Vilamor con un grupo de voluntarios. Al ver la intensidad del fuego pidió al 112 que enviase refuerzos. «Se chega pasar o lume ás casas do lado, podía arder o barrio enteiro», recordaba ayer.
No había fuego encendido
La agrupación local de Protección Civil desplazó nueve voluntarios a Vilamor, ayudados por dos camiones cisterna del Ayuntamieto y uno más de la Xunta con base en Folgoso. Además, los grupos municipales de intervención rápida de A Pobra do Brollón y Quiroga aportaron más personal y dos vehículos motobomba más. También acudieron varias patrullas de la Guardia Civil.
A las cinco y media de la mañana ya no había fuego más que el interior de la casa y el peligro de que se propagase había desaparecido. A las nueve y media de la mañana, un retén de Protección Civil de O Courel apagaba los últimos rescoldos.
Los servicios de extinción y las fuerzas de seguridad suponen que el fuego empezó con un cortocircuito, porque la casa tiene corriente eléctrica y no había ninguna chimenea, lareira o secadero con fuego encendido.
La vivienda es propiedad de la familia que regenta en Vilamor tres casas de turismo rural y un restaurante. Se da la circunstancia de que el incendio ocurrido en esa aldea en el 2005 se produjo en una de estas casas de turismo rural. La familia hizo público ayer su agradecimiento a todas las personas que intervinieron en la extinción del fuego, especialmente a los vecinos y al personal trasladado de madrugada desde los municipios próximos.