Menudo día el de ayer, señores. Según la estación meteorológica del instituto A Pinguela, en Monforte, en la ciudad del Cabe el termómetro estuvo por encima de los 36 grados. Quizá por eso mismo la verdadera protagonista de la romería del San Vitoiro fue... la temperatura a que se estaba en el lugar donde se celebra la comida popular. No se vendía cara la sombra, porque en la zona sobran sitios bajo los árboles donde permanecer frescos. Pero, en semejante día como el de ayer, donde el calor quiso marear -y quizá lo consiguió con la ayuda del licor café- a los romeros más animados la sombra y el agua del río Saa fueron más útiles que cualquier aparato de aire acondicionado. Aunque bueno, el entorno no serviría de nada si no fuese por el buen ambiente que siempre reina en la fiesta y por los manjares que las distintas pandillas de familiares y amigos llevan al lugar. Como buena romería gallega, no podía faltar ni la empanada, ni el pulpo o un buen asado. Entre eso, las interminables charlas con un vaso de vino o licor en la mano, y picando un poquito de aquí y otro poquito de allá a muchos se les hizo de noche enseguida. Llegadas esas horas, la orquesta Delicia colaboró para bajar todos los excesos a base de baile.