El viento fue determinante en la propagación de un incendio forestal quemó a primera hora de la tarde de ayer alrededor de siete hectáreas mayoritariamente de monte raso en la parroquia monfortina de O Fabeiro, aunque el recorrido de las llamas también afectó a algunas zonas con pinos. No hubo víctimas ni tampoco desperfectos en las casas, ya que las más cercanas eran las de As Lamas, situadas a casi medio kilómetro de distancia del lugar donde se desarrolló el incendio.
El de ayer fue el primer suceso de cierta importancia ocurrido en la zona en lo que va de campaña veraniega. Así lo confirmaron también desde el servicio de prensa de la propia Consellería de Medio Rural aunque a la hora de cierre de esta edición no podían aún confirmar aún el número de hectáreas quemadas ni tampoco cuáles podrían ser las causas, aunque como casi siempre se apuntó en dos direcciones: la negligencia o bien la acción dolosa de algún desaprensivo. Sí se confirmó que como es preceptivo se investigará el origen y las causas del suceso y para ello se dio parte desde la consellería a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
El incendio se originó sobre las 13.50 horas en el entorno de la carretera LU-617, primero en la zona de Seoane aunque poco después debido a la acción del fuerte viento que reinaba en la zona consiguió atravesar la vía y pasar al otro lado de la misma, ya perteneciente a la parroquia de O Fabeiro, que fue sin duda la parte más afectada por el efecto destructivo de las llamas.
Pese al rápido despliegue de todo el operativo, el incendio tardó horas en ser controlado, sobre las 18.50 horas. El viento favoreció no sólo la propagación sin también la aparición de varios focos, algunos nuevos y otros que se reavivaron a lo largo de la jornada de la tarde.
Un amplio operativo
Para sofocar el incendio se movilizaron hasta la zona 3 avionetas de carga en tierra de Doade, 2 avionetas de carga en tierra de Rozas, el helicóptero que tiene su base en Marroxo, en Sober, otros 2 helicópteros de río, con base en Castro Caldelas, uno de coordinación y varios motobombas.
Además también intervinieron dos potentes aviones de carga Canadair con base en Santiago de Compostela -con capacidad para almacenar hasta 6.000 litros de agua sin necesidad de detenerse-, resultaron ser los más efectivos a la hora de mitigar el fuego.
Lógicamente ellos no fueron los únicos en intervenir en la lucha contra el incendio producido en O Fabeiro, ya que en la extinción también participaron varias brigadas de tierra entre los que se encontraban agentes, técnicos y personal apoyado por un buldócer que llegó al lugar del incendio cuando ya habían transcurrido varias horas desde el inicio del mismo.
La columna de humo que se produjo como consecuencia del fuego atrajo a numerosos vecinos y curiosos que quisieron comprobar de cerca las variaciones del fuego y todo el proceso de extinción abordado por el operativo en la lucha contra los incendios.