Tráfico difundió el pasado 28 de enero una instrucción sobre autocaravanas, dado que se trata de un movimiento en continuo ascenso. Uno de los aspectos de mayor preocupación de los caravanistas era que quedara claro que su actividad no está vinculada al funcionamientos de los cámpings, a la hora de aparcar o de pernoctar.
Según Sindo López, la instrucción pone de manifiesto que el aparcamiento está sujeto al Reglamento General de la Circulación y a las limitaciones que impongan las ordenanzas municipales. López apuntó que si no existen limitaciones para que una persona se coma un bocadillo o una pizza dentro de su coche, por qué van a existir para las autocaravanas, lo mismo que ocurre con el descanso nocturno.
López puso de manifiesto que los cámpings, salvo para aquellos que buscan la tranquilidad que da un recinto cerrado, no aportan mayores servicios a los autocaravanistas. Puntualizó que suelen recurrir a estos espacios cuando se trata de estancias prolongadas en el tiempo o cuando necesitan utilizar servicios como la lavandería.
El vicepresidente de los aficionados a las autocaravanas explicó que cuando van circulando en carretera y necesitan agua se la suelen dar en las gasolineras. Las áreas de servicio o acogida que están repartidas por toda España les sirven para el cambio de aguas que necesitan periódicamente. Están adaptadas para esta prestación porque reúnen las exigencias medioambientales.