Chantada vivió el viernes una noche marcada por la fiesta, el baile, los saltos y el licor café, todo ello bajo la dirección del grupo ourensano Lamatumbá, que ofreció un concierto en A Lama das Quendas. Comenzó con un público remolón que se fue contagiando, a medida que avanzaba el concierto, de la energía que emanaban los nueve músicos bailando e implicándose a tope en el escenario. El público cantó, bailó al son de ritmos folk, roqueros y latinos, chilló, saltó y hasta ofreció licor café a los músicos. Hora y media intensa y de buena música.
La canción dice que cuarenta años no es nada. Para ello el compositor debió de asistir a la comida que ayer celebraron los alumnos que hicieron sexto curso de bachillerato en los Escolapios en 1966. Algunos no se habían visto desde entonces y si se hubieran cruzado por la calle no se hubieran conocido. El promotor de la idea fue Benjamín Macía, que tuvo que rastrear durante meses por toda España para encontrar a sus 45 compañeros. Al final los encontró a todos, menos a tres tristemente fallecidos para los que ayer tuvieron un recuerdo especial. Una treintena celebraron un encuentro para acudir al colegio y comer todos juntos.
El vivero Os Trollos acogió una nueva edición de la fiesta de los mayores de Bóveda que contó con la asistencia de unas cuatrocientas personas con su alcalde, José Manuel Arias, a la cabeza. La música corrió a cargo de la charanga de A Pobra do Brollón. Todos los asistentes fueron obsequiados, los hombres con una caja para guardar las pastillas y las mujeres con una planta como no podía ser menos estando en un vivero. El momento más emocionante llegó con el sorteo de los dos viajes a Palma de Mallorca para dos personas, que les tocaron a Rosendo López , de Bóveda y a Guillermina García , de Teilán. Fue la undécima edición y los organizadores ya están pensando en la que cumplirá la docena.