Fidel Castro: «Católico y demócrata»

Carlos Fernández

LEMOS

Así calificó Ramón Castro a su hermano en una visita que realizó a Láncara a principios de agosto de 1958 para visitar la tierra donde había nacido su padre

03 ago 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

a coruña | Ramón Castro Ruz, el hermano mayor del entonces líder guerrillero que luchaba en Sierra Maestra contra la dictadura de Batista, vino a primeros de agosto de 1958 a Galicia para conocer la tierra de sus padres, en Láncara. La Voz le entrevistó y algunas de las opiniones sobre su hermano quedaron en evidencia con el paso del tiempo.

Llegó al puerto coruñés el 2 de agosto, procedente de La Habana, en la motonave Guadalupe, de la Compañía Trasatlántica. Vicente Leirachá fue el redactor que le hizo la entrevista en el hotel donde se hospedó, definiéndole como «un joven y rico hacendado cubano, de 33 años, fuerte, simpático, abierto y cordial». Lo primero que le extrañó al viajero cubano fue cómo se enteró el periódico de que venía a bordo. «En Nueva York -manifestó- tuve que rechazar a muchos colegas suyos. Comprenderá usted que en mi situación no me atraiga la publicidad». Pero al final acabó hablando.

«Todos los hermanos Castro -dijo- sentimos una gran ilusión por conocer Galicia, que es la tierra paterna. Mi padre nació en Láncara, de donde emigró a Cuba, sirviendo en el Ejército colonial español. Ahora vengo por dos razones: la de conocer este lugar y saludar a una tía nuestra, Juana Castro López, hermana de mi padre, que vive en Armeá, cerca de Sarria».

A la pregunta de si sentía Fidel alguna simpatía por los comunistas, su hermano contestó seguro: «Fidel estudió, como todos nosotros, en los Jesuitas de La Habana, en el colegio Belén. Allí hizo el bachillerato y luego estudió en la Facultad de Derecho. Políticamente sólo puedo decirle que es demócrata y, desde luego, católico ferviente como todos los hermanos».

Entonces le enseñó al periodista una foto de Fidel en la que destacaba un crucifijo que pendía de su cuello, añadiendo: «El crucifijo era suyo. Si a usted le parece que un comunista puede ser demócrata y católico... Mi hermano sólo pretende, como tantos, que los cubanos podamos elegir a nuestros gobernantes cada cuatro años, sin que nos los impongan. Y por lograrlo se está jugando la vida como muchos de sus compañeros».

Ramón Castro hacía dos años que no veía a sus hermanos, cuando estuvieron en México, antes de embarcar en el Granma. «Yo vivo con mi madre en Mayari, provincia de Oriente -añadió-, donde tenemos nuestras plantaciones, por cierto cerca de la zona de operaciones de la guerrilla. Además de Fidel y Raúl, tengo otro hermano en Caracas y tres hermanas en México». Sobre la ambición de dinero que se decía que tenía Fidel, apuntó: «Mi padre llegó pobre a Cuba y a fuerza de laboriosidad y ayudado por la suerte, logró hacer una fortuna considerable. Cuando murió, pocos antes del desembarco de Fidel, ya era un rico hacendado. A nuestras órdenes trabajan 400 obreros en el campo y nuestra producción de azúcar es considerable». Antes de despedirse del periodista, Ramón le enseñó dos fotografías de su madre, con sólo dos años de diferencia. Mientras en la primera presentaba un aspecto saludable, en la segunda semejaba avejentada y cansada. «Es porque sus hijos se están jugando a diario la vida en una lucha tremendamente desigual», señaló.

Destacado agricultor

Ramón Castro nació en Birán (Cuba) en 1925. Estudió ingeniería agropecuaria en la Universidad de La Habana, volviendo más tarde a la granja de la familia para administrarla. En 1953 fue hecho prisionero por la policía de Batista, organizando posteriormente una cadena de ayuda terrestre para aprovisionar a la guerrilla de su hermano.

Entre sus trabajos, destacó el invento de un combustible alcohólico a base de azúcar de caña y aceite de castor. Con su hermano en el poder, trabajó como asesor de los ministerios de Agricultura y del Azúcar, siendo el máximo responsable de la política ganadera del Gobierno, poniendo en marcha un plan de desarrollo lechero y dirigiendo un plan especial de desarrollo genético de los valles de Picadur. Casado con Aurora Castro Valdivia, tuvo cinco hijos, residiendo cerca de La Habana en un finca donde se dedicaba a la agricultura.