«Los cadáveres aparecen quemados, casi inidentificables», relató La Voz

La Voz

GALICIA

04 ene 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

«La noticia de la catástrofe llegó a La Coruña a media tarde. Desde los primeros momentos fueron incesantes las llamadas y las visitas a los periódicos y a las emisoras de radio, en las que se inquirían detalles sobre el accidente». Este era uno de los párrafos sobre el siniestro que el sábado 16 de marzo de 1968 publicaba en su portada La Voz. El TER se dirigía de Madrid a A Coruña y Vigo, a unos 100 kilómetros por hora, pero en su trayecto chocó contra una vagoneta-tractor de Renfe que iba en dirección contraria. El accidente ocurrió a las 13.45 horas en el kilómetro 70,300, entre las localidades de Robledo de Chavela y Santa María de la Alameda, a unos 70 kilómetros de Madrid.

La principal hipótesis fue que la vagoneta se había quedado sin frenos: debía haberse parado en la estación de Santa María de la Alameda, pero no lo hizo. Tras el impacto, el primer vagón del TER ardió totalmente y el segundo parcialmente. El tren estaba compuesto de cuatro: los dos últimos resultaron menos dañados. En total, murieron 28 personas. La cifra de heridos osciló entre los 80 iniciales y los 22 que, el 17 de marzo, publicaba La Voz. Viajaban en el convoy siniestrado unas 151 personas; 77 continuaron su viaje a Galicia en un tren especial. Entre los ocupantes del convoy estaba el sexteto de la ONCE: tenían previsto ofrecer un concierto en A Coruña.

«La catástrofe ferroviaria, una de las mayores ocurridas en España en los últimos años, ha conmovido por lo espectacular y lo trágica», se leía en la Voz de Galicia aquel 16 de marzo del 68. Otras líneas eran también de gran dureza: «Los cadáveres aparecen quemados, casi inidentificables. Algunos cuerpos están destrozados y también se ven miembros sueltos».