Los hogares con menores sostenidos por jubilados crecen un 22 % en dos años

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Los economistas advierten de la urgencia de tomar medidas efectivas a largo plazo

21 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

«En España hay un divorcio entre el ciclo biológico y el ciclo económico de cada persona». El economista y abogado José Manuel Blanco de Sar advierte sobre un fenómeno que empieza a dar que pensar a muchas familias en Galicia. El retraso en la edad en la que los gallegos empiezan a tener descendencia (31,7 años) y las dificultades que tienen luego los hijos para encontrar un trabajo con una remuneración capaz de garantizarles la independencia son dos de los factores que dibujan un fenómeno que, como una bola de nieve, va a ir engordando con los años. La tendencia apunta a que cada vez serán más los hogares en los que unos padres, ya prejubilados o jubilados, han de sostener a descendientes todavía menores de edad.

Los últimos datos elaborados por el Instituto Galego de Estatística (IGE) a partir de las cifras de la Enquisa das Condicións de Vida das Familias ya vaticinan ese fenómeno. Muestran como en solo dos años, entre el 2007 y el 2009, los hogares con menores sustentados por mayores de 65 años en los que la principal fuente de ingresos es una ayuda ha crecido en un 22 %. Y es que mientras en el 2007 eran 6.977 familias; en el 2009 llegaban a 8.517 hogares.

«En Estados Unidos -añade De Sar- han establecido cómo a los veinte y muchos la persona empieza a a ganar dinero, a los treinta y pico va incrementándolo hasta que superados los cincuenta tiene ya una economía estabilizada. Es entonces cuando puede hacer grandes gastos». El problema, dice, es que aquí «está dándose un retraso en el proceso vital». Por eso urge replantearse qué hacer a largo plazo.

El retraso en la paternidad implica que algunos progenitores con descendientes dependientes de sus economías tengan que afrontar los mayores desembolsos justo cuando los ingresos empiezan a mermar al pasar a ser jubilados. Además, «al contrario de lo que ocurre en el norte de Europa, donde han logrado consolidar el Estado social redistributivo, en España y en Galicia está perdiéndose el colchón que supone la red de la familia», recuerda también.

Mercado laboral

La base de todo este problema para Eduardo Giménez, profesor titular del departamento de Análise Económica de la Universidade de Vigo, está en el diseño del mercado laboral. Explica que tal y como está estructurado en este momento «non é sostible». El gran número de contratos temporales que se realizan ahora, unido a la inestabilidad en el empleo, hacen que cada vez se retrase más la marcha de casa. Y el problema, advierte, irá a más porque muchos de los que ahora tienen en torno a los treinta años han cotizado muy poco, con lo que la paga que tendrán en el futuro será muy pequeña.

La situación es complicada, sobre todo para aquellos que afrontan el pago de estudios fuera de casa. Aunque desde la Confederación de Padres de Alumnos apuntan que no necesariamente tiene por qué aumentar el gasto -ya que hay muchas becas-, otros expertos, como Xaquín Fernández Leiceaga, hablan de métodos como la puesta en marcha de líneas de crédito estatales que serían devueltas al empezar a trabajar. Pero para ello debería haber empleo.