Cada uno había puesto cinco euros para una fiesta en A Coruña
20 dic 2011 . Actualizado a las 11:22 h.La Policía Local coruñesa andaba el sábado envuelta en un operativo de control de venta de alcohol a menores. Y en el primer sitio en el que entraron se toparon con decenas de menores con whisky y ginebra en la mano, dos de ellos en un más que evidente estado ebrio. No lo ocultaron. No lo podían ocultar. Así que se llamó a sus padres para que los fuesen a recoger.
En cuanto al dueño del pub, situado en la calle Nicaragua, se le abrió un expediente sancionador por incumplir la normativa sobre venta de alcohol.
Sucedió en torno a las diez de la noche. Agentes de paisano comprobaron que un local de la mencionada vía que responde al nombre de Buda tenía las persianas bajadas, pero que del interior salía el sonido del tocadiscos. Llamaron, entraron y se encontraron con 60 o 70 adolescentes de entre 15 y 17 años rodeados de botellas de alcohol y con los vasos en ristre. Los policías se mezclaron entre el público y pudieron comprobar que se trataba de un cumpleaños y que cada uno de los presentes había aportado 5 euros para cerrar el establecimiento y comprar las correspondientes bebidas. De hecho, aún ayer libraban de toda culpa al propietario del negocio, negando que les sirviera alcohol, ya que las únicas bebidas que tomaron fueron las que estaban sobre una mesa fuera de la barra y que los chavales habían comprado previamente.
Pero los agentes no se lo creyeron. En el atestado dejaron bien claro que también había botellas por la barra y que algunos de los chicos y chicas que allí estaban les habían reconocido que se les sirvieron consumiciones con alcohol.
A dos de los presentes no hizo falta preguntarles si habían bebido. Saltaba a la vista. Y al olfato. Contra ellos no hay nada. Se deja en los padres la elección del castigo. Por cierto, uno de ellos pidió el libro de reclamaciones al dueño para escribir la oportuna queja.