Un error informático deja en tierra al más viejo lobo de mar

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera REDONDELA / LA VOZ

VIGO

El ISM olvida anotar en un curso obligatorio a un profesional de 76 años, de Cesantes (Redondela).

04 nov 2011 . Actualizado a las 12:27 h.

«Gimiendo por ver el mar, un marinerito en tierra iza al aire este lamento...». Con este poema Alberti obtuvo en 1925 el Premio Nacional de Poesía. Ese llanto del marinero en tierra brota hoy de la curtida garganta de Jesús Míguez Rivas, de 76 años. «Levo máis de 60 anos no mar e bótanme», se lamenta este viejo lobo de mar nacido en Cesantes en 1935 y que se enroló en un barco por primera vez a los 12 años, en 1947. Desde entonces ha estado trabajando y cotizando al régimen especial del mar de la Seguridad Social. Ahora, un fallo informático del Instituto Social de la Marina (ISM) lo ha dejado sin trabajo y él lo siente de veras. «Encóntrome a gusto traballando. Vou contento ao mar», cuenta Míguez, privado de su jornal como trabajador por cuenta propia desde el pasado 30 de octubre.

El problema burocrático radica en que Suso Míguez tenía que hacer unos cursos de formación básica. Se había anotado para realizarlos el año pasado. La solicitud la presentó el 22 de noviembre del 2010, pero se olvidaron de avisarle de cuándo se celebraban.

Como un roble

Míguez está como un roble, pero, como cualquier marinero, tiene que pasar los reconocimientos médicos. Cuando fue a la Casa del Mar a hacerse el examen, no le dejaron porque no había hecho los cursos de formación previos, según explica el patrón mayor de Cesantes, Clemente Bastos, que lo acompañó en las gestiones ante el Instituto Social de la Marina. Según el patrón mayor, «Suso es un fenómeno. Nació encima del agua y posiblemente no haya ningún otro pescador de bajura tan experimentado en toda Galicia», apostilla Bastos.

A sus 76 años, Míguez se adentra con su barco en la ensenada de San Simón a las siete de la mañana y suele estar hasta las doce trabajando. Pero eso fue hasta el viernes pasado, porque de momento no va a poder seguir trabajando. Sin el curso de formación no hay reconocimiento médico, y sin este la Capitanía Marítima no le despacha el barco.

El Ministerio de Trabajo e Inmigración ha reconocido que el problema se ha debido a un fallo informático. Jesús Míguez envío una queja a la directora provincial del ISM, Rosa Alonso Aragón, y la responsable contestó que «se comprobó que, por una incidencia informática, el sistema no detectó la fecha de su primera solicitud (para realizar el curso de formación básica)».

Míguez no se explica cómo le prohíben ir al mar «por un fallo deles». Además, su formación está avalada por su larga experiencia. Conoce palmo a palmo la ría de Vigo y cada piedra. En sus inicios «só tiñamos un compás no barco, non había GPS nin nada. Cando chegabas ás Cíes no medio da néboa non vías nada, pasabas pola porta [el hueco que hay entre las dos islas] orientándote co eco e polo son das gaivotas».

A remo

«Antes tiñas que mirar o peixe a ollo», recuerda Míguez, que luce unas anchas espaldas fruto de muchas horas de remo y de trabajo con el angazo. Cuando comenzó su singladura profesional iba remando hasta las Cíes o Cangas. «Pasábamos toda a noite pescando sardiña, xurelo ou luras». Más tarde se compró su lancha Ramona, de cinco metros y medio de eslora y un motor de 25 caballos de potencia. A bordo trabajaba en la ensenada de San Simón, extrayendo todos los días durante el invierno almeja japónica, fina y berberecho, mientras que en los meses estivales se dedicaba a la captura del choco. Ahora, sin poder ir a la mar, ve el panorama tan negro como la tinta del cefalópodo.

impiden faenar a Un marinero de cesantes (redondela)

Suso Míguez pescaba entre las rocas, en medio

de la densa niebla escuchando al mar

Está fuerte como un roble y conoce palmo a palmo cada piedra de la ría de Vigo