Una niña de Boiro de poco más de un año se someterá en Alemania a un tratamiento que le permita caminar
04 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La de Paula, una niña del municipio de Boiro que cumplió un año en agosto, no ha sido una vida fácil. En su corta existencia ha tenido que pasar mucho tiempo entre médicos y hospitales porque nació con una dolencia denominada agenesia de sacro: le falta la parte inferior de la columna. Una de las consecuencias es que tiene los pies torcidos, lo que le impide a la pequeña dar sus primeros pasos. Sin embargo, un rayo de luz se ha abierto para ella y sus padres, que viajaron a Alemania en busca de un tratamiento que la próxima semana dará un avance decisivo. El día 8 operarán a la pequeña para corregir la postura de sus extremidades.
Este será un gran progreso en la recuperación de la niña, pero no un paso definitivo, ya que, si la operación sale bien, aún tendrá por delante otro largo período con yesos en las piernas: tres semanas en el pie derecho y seis en el izquierdo.
Luego tocará rehabilitación y zapatos ortopédicos para poder empezar a andar. Así que a la niña boirense aún le queda por delante un largo camino que recorrer, pero sus padres comienzan a ver la luz al final del túnel.
Sin opciones
María Jesús Santos, la madre, hacía a finales de agosto una llamada desesperada para lograr un tratamiento para su hija. En el hospital Clínico compostelano no le daban ninguna opción, así que, investigando, dieron con una clínica alemana que ofrecía un procedimiento para curar este tipo de dolencia. Y allí se fueron el pasado septiembre.
Las cosas en Alemania no están resultando nada fáciles, y los esfuerzos de los padres de Paula se están centrando en cuidar a la pequeña y aprender alemán para buscar trabajo. Y es que el tratamiento de la niña va para largo. Después de sus primeros pasos, comenzarán las pruebas médicas previas a las intervenciones para colocar prótesis en la espalda de Paula que corrijan la agenesia sacra que padece.
Desde que el caso de Paula salió a la luz, comenzó en Boiro una corriente solidaria que pronto se extendió a toda la comarca de Barbanza. El tratamiento que recibe la niña es largo y costoso, y su familia humilde, de ahí que se hayan organizado todo tipo de acciones para recaudar fondos: desde funciones de teatro y espectáculos benéficos hasta más de un centenar de huchas instaladas incluso más allá de las fronteras autonómicas son solo algunas de esas iniciativas solidarias.