El cementerio de los premios de Fisterra se acerca a la vida

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

GALICIA

El Concello impulsa la obra de César Portela, que lleva 13 años terminada

19 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Dentro de pocos meses, el cementerio del cabo Fisterra, diseñado por el arquitecto César Portela, cumplirá 13 años. En este tiempo, la llamativa necrópolis, formada por 14 cubos de hormigón de 12 nichos cada uno, además de otros tres bloques pensados para tanatorio, capilla y sala de autopsias, no ha experimentado cambios. El entorno, sí: los cubos que miran al monte Pindo y a la bahía están ahora rodeados de un bosque de pinos.

También han cambiado los premios y reconocimientos, que no cesan. Por citar algunos: finalista del Mies van der Rohe Award 2003 y del Premio Europeo Philippe Rotthier 2002; inclusión en el Phaidon Atlas de Arquitectura Contemporánea Mundial o en el Akal de Arquitectura del siglo XX, y calificado como uno de los «mejores cementerios del mundo» por un asesor de la Casa Real inglesa. Hace unas semanas, fue uno de los proyectos mostrados en la exposición Una ciudad llamada España. Arquitectura contemporánea española, presentada en Moscú. Y mucho más.

Una leyenda urbana dice que solo lo visitan los japoneses que se acercan en autobuses, pero en realidad las llegadas de interesados en sus líneas, vistas y concepto filosófico son constantes.

Con todos estos cimientos, nunca hubo oportunidad de ponerlo a funcionar y sigue vacío. Solo se esparcieron en él las cenizas de un exprofesor que lo pidió expresamente (y seguramente algunas más). Premiado fuera, ignorado dentro. Confluyeron muchos factores: la tardanza en la entrega al Concello desde la Diputación, falta de apoyo expreso del anterior alcalde popular, la apatía de una parte de la población, la ubicación (relativamente lejos del pueblo, con riesgo de incendios del entorno y hostil en días de tormenta) y el alto precio de continuar con las obras, además de innumerables pegas burocráticas para los servicios básicos en un tramo de península que debe ser la más protegida de Galicia por la influencia de numerosas Administraciones.

Todos esos escollos se han ido solventando poco a poco y parece que, al fin, el cementerio ve la luz. El alcalde, José Manuel Traba, anunció ayer que pretende, en primer lugar, adecentar el acceso y preparar la dotación de servicios, además de desarrollar la ordenanza que permita la venta (hay interesados de fuera de Fisterra y hasta de Galicia). Además, la necrópolis parroquial ya se queda escasa. Portela mostró su alegría por la decisión y quiere contactar hoy mismo con el regidor para ver cómo hacerlo.