La Universidade de Santiago suspenderá a los alumnos que no asistan al examen

Hasta ahora, muchos alumnos de la Universidade de Santiago que dudaban sobre si estaban preparados para aprobar un examen decidían no presentarse. No en vano, no acudir no tenía mayor repercusión que un «no presentado» en la calificación. La convocatoria no se consumía ni suspendían la asignatura.

Las cosas, sin embargo, cambiarán a partir del curso que comienza en septiembre y para aquellos estudiantes que cursen titulaciones adaptadas al espacio europeo de educación superior. Habrá que estudiar más y mejor, porque no acudir a un examen sin justificar una causa de fuerza mayor significará, primero, suspender, y segundo, que la convocatoria se considerará agotada. Además, la norma también hace obligatorio que los estudiantes se matriculen de todas las asignaturas que hayan suspendido el curso anterior.

Así lo establece la nueva normativa de permanencia de la Universidade de Santiago, que, a la espera de recibir el visto bueno del Consello Social, ya se ha encontrado con la oposición frontal de los estudiantes, que afirman que la decisión de calificar como suspenso el no acudir a examen choca frontalmente con el derecho a ser evaluado objetivamente. De hecho, ya han presentado una queja ante el valedor do estudante, que la ha admitido a trámite y que ha iniciado una investigación al respecto, lo que para los alumnos es ya «unha victoria».

Por el momento, y según las últimas normativas publicadas, tanto las universidades de Vigo como la de A Coruña mantienen en vigor el modelo que seguía la institución compostelana hasta ahora, en el que no presentarse tan solo significa eso, no presentarse.

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