La piscifactoría de Cee, acusada por la Fiscalía de secar el río Castro

Eduardo Eiroa Millares
e. eiroa CEE / LA VOZ

GALICIA

Dice que la planta, la más grande de España, no respeta el caudal ecológico

20 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La Unidad de Delitos Ambientales de la Fiscalía de A Coruña llevó a los tribunales a la piscifactoría Tres Mares por considerar que existen indicios de delito en la gestión del cauce del río Castro, que abastece de agua las instalaciones de la empresa.

Una inspección ocular realizada por agentes del Seprona acreditó que el paso para salmónidos en la presa desde la que se abastece el río está muy deteriorado, haciéndose muy difícil el remonte. Además, aseguran que no hay forma de garantizar el caudal ecológico en los períodos secos, no existe un caudalímetro para medir el líquido derivado y el cálculo «se hace en función de las necesidades que la empresa observa».

Según la Fiscalía, está acreditado «que desde al menos el año 1994 la empresa incumple de manera consciente y voluntaria los términos de la concesión en relación a la Ley de Pesca Fluvial de Galicia».

Existen, además, expedientes previos de Augas de Galicia por no respetar los caudales ecológicos y una sanción del mismo organismo del 6 de septiembre pasado por un vertido ilegal.

«Casi desde la concesión del aprovechamiento y la construcción de la presa. hay una parte significativa del río que en determinados períodos no recibe un aporte constante de agua para garantizar la vida y el ecosistema en su seno, pero que sí se beneficia del aporte de agua una empresa cuya finalidad no es el abastecimiento humano ni otro servicio público, sino una actividad comercial», dice el informe de la Fiscalía, remitido ya a los tribunales.

La concesión de la empresa caduca el próximo 11 de junio, siendo prorrogable hasta el 2018. La Fiscalía informa, además, a la Consellería do Mar, para que tenga en cuenta los incumplimientos detectados a la hora de decidir sobre ese punto.

La investigación sobre el río Castro se inició después de que la asociación Ríos con Vida, a la que representa Mark Adkinson, presentara una denuncia por la forma en la que estaba siendo explotado el río Castro.

Según la entidad denunciante, la presa de 70 metros de largo y 10 de altura construida en el 1969 bloquea desde entonces el ascenso y descenso al mar de especies como el salmón y deriva casi todo el caudal a los estanques.