O Ézaro recupera la cascada del Xallas

Eduardo Eiroa Millares
e. eiroa CEE / LA VOZ

GALICIA

La cascada en la que remata el río Xallas vuelve a fluir después de que la Xunta obligara a mantener un caudal ecológico.
La cascada en la que remata el río Xallas vuelve a fluir después de que la Xunta obligara a mantener un caudal ecológico. josé manuel casal< / span>

Una denuncia de un grupo ecologista obligó a abrir un caudal ecológico

14 mar 2023 . Actualizado a las 18:25 h.

La cascada de O Ézaro (Dumbría) ya se puede ver todos los días sin necesidad de mirar el calendario de aperturas de la presa de Santa Uxía, río arriba, que hasta ahora mantenía el lecho del río seco en su último tramo salvo en una docena de festivos al año.

El embalse suelta ahora un caudal ecológico cercano a los dos metros cúbicos por segundo, cantidad suficiente para que el Xallas, casi tres décadas después, pueda desembocar de nuevo en el mar. El río comenzó a manar de forma ininterrumpida el martes por la tarde. La empresa que gestiona el embalse, Ferroatlántica, abría las compuertas en respuesta a una resolución de Augas de Galicia que así se lo indicaba.

La de Santa Uxía era la única presa sin caudal ecológico de Galicia. Un colectivo ecologista, Ríos con Vida, presentó una denuncia por la inexistencia de ese caudal, que finalmente acabó en la resolución de la Xunta que devuelve la vida al último tramo del Xallas. La presa se construyó en los años ochenta y desde entonces el único río que desembocaba al mar en cascada de toda Europa dejó de hacerlo.

En el año 2000 la Xunta llegó a un acuerdo con la empresa para establecer un calendario de aperturas programadas de las compuertas. Así, determinados días festivos el río recuperaba su vida.

En el entorno de la cascada se construyó un mirador de madera que se llenaba de turistas para ver el espectáculo. Ahora podrán acudir cuando lo deseen, eso sí, seguramente verán el río con menos fuerza, ya que el caudal ecológico es menor que el que soltaba antes la empresa durante los días acordados con la Xunta. Esas aperturas extraordinarias desaparecerán ahora y la cascada mantendrá siempre la misma cantidad de agua.

Por tanto, quien quiera verla en su máximo esplendor deberá acercarse hasta O Ézaro en otoño o en invierno, cuando la lluvia llena los embalses -el de Santa Uxía y el de Fervenza, un poco más arriba en el mismo río- y la empresa que los gestiona se ve obligada a desembalsar para evitar posibles desbordamientos.