Sanidade reduce los puntos de luz a los funcionarios para fomentar el ahorro

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Los empleados deberán fotocopiar por las dos caras y evitar el uso de color

16 mar 2011 . Actualizado a las 20:59 h.

Inmersa en la guerra del catálogo de fármacos para fomentar el ahorro, Sanidade acaba de poner en marcha un plan para recortar hasta el último céntimo el gasto corriente en los servicios centrales de la consellería en Santiago. Un programa que se inscribe en las medidas de austeridad de la Xunta, pero cuya exigencia ha dejado desconcertados a los empleados públicos. Cristina Pérez, subdirectora xeral de Réxime Administrativo, se reunió recientemente con el personal de mantenimiento y seguridad para apagar durante el día los focos en los pasillos menos transitados y otras zonas que aprovechan mejor la luz natural. Una iniciativa que va más allá de desconectar los ordenadores y la iluminación terminada la jornada, y que ha generado malestar en algunos empleados, que denuncian el estado de penumbra de las instalaciones.

Esta orden se inscribe en una instrucción fechada el pasado 22 de febrero -firmada por la secretaria xeral y la gerente del Sergas-, remitida a todo el personal de la consellería, y en la que se estrecha el cerco en aspectos laborales considerados hasta ahora nimios. Al control en el material de oficina y al uso general del correo electrónico se suman medidas más estrictas: a partir del 21 de este mes la impresión en color se reserva a puestos directivos y desde ahora se restringe el uso de mensajería de carácter urgente. Se ha prohibido la utilización de sobres para la comunicación interna y se han configurado las impresoras para que impriman por defecto en doble cara. Una batería de medidas que, en material de oficina, ahorrará, según Sanidade, unos 120.000 euros, a la espera de conocer el dato de ahorro eléctrico. «En estos tiempos, todo lo que sea ahorrar, bienvenido es», resume Sanidade preguntada por una circular que respaldan muchos trabajadores, pero que ha generado cierto malestar en otros, que creen que la austeridad no se aplica con el mismo criterio en todos los eslabones del Sergas.