Una vecina de Negreira dice que ella también es hija de Crisanto

Eduardo Eiroa Millares
eduardo eiroa CEE / LA VOZ

GALICIA

Pide en el juzgado de Corcubión que se le hagan las pruebas de ADN para compararlas con las del empresario al que, después de muerto, se le está descubriendo una vida muy intensa.

17 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La desconcertante historia de Crisanto López Míguez, el empresario de Cee fallecido en el 2007 y desaparecido de su tumba hace algo más de un año, parece no tener fin.

Ayer La Voz publicaba la sentencia que reconocía a un hombre de Muxía como hijo del maderero, y ayer se celebraba en Corcubión la vista oral de un nuevo juicio, de nuevo reclamando un reconocimiento de paternidad. Y de nuevo contra Crisanto López Míguez. Y no era el mismo demandante.

Ahora es una mujer de Negreira la que asegura ser descendiente del maderero desaparecido y pide en el juzgado de Corcubión que se le hagan las pruebas de ADN para compararlas con las del desaparecido.

Hasta ahora no había muestras con las que cotejar las de los demandantes, pero ahora sí las hay. Las aportó una de las tres hijas reconocidas del industrial, Rosa López.

Hace tiempo la familia alegaba que las pruebas de ADN, sin restos de un padre con el que compararlas, no eran fiables. Pero el Instituto de Medicina Legal de Santiago aseguró en su informe que la fiabilidad es del 99,9999%, motivo por el cual la jueza Carmen Veiras falló a favor del anterior demandante, Manuel Enrique Caamaño Vidal.

El fallo es recurrible y la familia lo recurrirá. Pero ahora tienen, además, otro frente abierto, ya que la demanda de la vecina de Negreira apunta que irá por el mismo camino. Falta que el juez permita que se compare su ADN con el del caso anterior, ya que por ahora del cuerpo de Crisanto no hay pistas y no parece que las vaya a haber.

Aparezca o no, lo cierto es que a López Míguez se le está descubriendo, después de muerto, una vida muy intensa. De entrada habría mantenido una relación con Orosia Caamaño en Muxía, fruto de la cual nació Manuel Enrique. Ahora parece que el hombre también habría tenido otra aventura en Negreira. Por el momento no se sabe si hay más y si, de haberlas, llegarán al juzgado.

Falleció en el 2007 con tres hijas reconocidas. Este año tuvo el cuarto y si nada cambia, se ve que va a por la quinta. La jugosa herencia que dejó empieza a dividirse por un número cada vez mayor. No se sabe si por familia numerosa, en estas circunstancias, tendrán alguna ventaja.