Los dispositivos de pago que en el país luso ofrece su compañía de correos, deberían también venderse en Galicia en oficinas de Correos y áreas de servicio.
11 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El uso de las autovías de pago portuguesas está todavía muy lejos de no constituir un problema y un notable incordio para los conductores gallegos. Las medidas pactadas entre el Gobierno luso y la Xunta para facilitar a los gallegos el pago por usar los viales del norte del país todavía no han sido desarrolladas en su integridad, pese a que ambos Ejecutivos se habían comprometido a facilitarlo antes de que concluyese el 2010, e incluso la Embajada de Portugal en España las anuncia en su web como herramientas ya en vigor.
Ese es el caso de los dispositivos de pago que en Portugal ofrece su compañía de correos y que debería también venderse en Galicia en oficinas de Correos y áreas de servicio. En esta vía fue una de las que más hincapié había hecho tanto el Ministerio de Obras Públicas portugués como la Consellería de Infraestruturas para garantizar el acceso de los gallegos a los mismos métodos de pago de los que disfrutan los conductores lusos, pero en realidad esa posibilidad no está aún en marcha ni cuenta con fecha para saber cuándo será realidad. Sí se vende, en cambio, el dispositivo que sirve para transitar sin parar por las autopistas lusas y que también puede utilizarse en las autovías de pago, pero solo el Banco Caixa Geral lo facilita a sus clientes, que deben contar con al menos 200 euros permanentes en su cuenta para mantenerlo activo.
Las dificultades son mayúsculas para los que opten por pagar en Internet los tramos de las autovías que se piense recorrer. Estos se pagan mediante tarjeta de crédito a través de la web de Correos de Portugal (ctt.pt), en la que no está precisamente publicitada dicha opción. Es necesario tener cierto conocimiento de la designación de las carreteras y tramos que se pretende utilizar, pero dicha opción conlleva un pago añadido que prácticamente duplica el coste de los peajes.
Comisión añadida
Así, el impuesto para los poco más de cuatro kilómetros que van desde la salida de la autopista A-3 hasta el aeropuerto de Oporto aunque cuenta con un precio de 1,70 euros ida y vuelta, hay que añadirle 1,24 euros más en concepto de comisión administrativa.
Estas dificultades llevaron al presidente de la Xunta a reclamar hace unos días sistemas de pago más fáciles y accesibles para los conductores gallegos, que además no cuentan con posibilidad de descuentos como sí tienen los lusos, o de pagar los peajes hasta cinco días después de usarlos, circunstancias que motivan la investigación de la UE por si existe algún tipo de discriminación.