Finalizada la rueda de prensa que ayer al mediodía ofreció en la Biblioteca de Galicia, el conselleiro de Cultura se dirigía a su coche oficial cuando, ya en los exteriores del edificio, un joven que acababa de llegar al complejo para visitarlo junto con su pareja y un bebé lo interrumpió. «Perdone, ¿es el señor Varela?», le preguntó para de inmediato, tras recibir contestación afirmativa, continuar su discurso. «Pues mire -le dijo- venimos de La Coruña a ver esto y llevamos 45 minutos en esta ciudad [Santiago] dando vueltas hasta que encontramos el camino. ¿Le parece normal? No hay ni una señal que te oriente a la salida [67] de la autopista [del Atlántico]. Una plaquita, solo una, aunque sea de obra, tampoco cuesta tanto poner, ¿no?». Sorprendido, el alto cargo apenas acertó a responder: «Tiene razón, pero es que no es de mi competencia». «Sabía -replicó el interlocutor- que me contaría algo así, pero a ver si como mínimo se lo comenta al tipo del que dependa esto, por favor». «Lo haré», obtuvo como promesa.