La Diputación de Lugo activa dos partidas extraordinarias para reparar dos puentes en Baleira y O Páramo
11 ene 2011 . Actualizado a las 11:54 h.Y tras la tempestad llegó la calma. Aunque relativa, porque ha llegado la hora de hacer balance. Ni la Xunta ni los concellos han cerrado por ahora el informe de daños provocados por el temporal de lluvias que azotó Galicia entre el miércoles y el sábado pasados, pero las primeras cifras son elocuentes. Solo en Pontevedra ciudad, según explicó ayer el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, la reparación de los destrozos obligará a desembolsar más de tres millones de euros, un primer dato que indica que el recuento final, el relativo a toda Galicia, será muy superior, toda vez que los daños en puentes, carreteras, bajos y garajes, entre otros muchos bienes, se extendieron por toda la comunidad.
De hecho, solo en la provincia de Lugo, la Diputación mantiene a 45 trabajadores reparando buena parte de las 80 carreteras que permanecieron cortadas los dos días de lluvias más intensas. El ente provincial va a activar dos partidas extraordinarias de 180.000 y 50.000 euros para reparar dos puentes destruidos en Baleira y O Páramo.
El Concello de Pontevedra va a tener que enfrentarse a una situación similar, de acuerdo con el testimonio de Fernández Lores, que ayer explicó que los destrozos han afectado a jardines y mobiliario urbano, además de a instalaciones deportivas y a la red de saneamiento y pluviales. La peor parte, de todos modos, se la llevó el paseo fluvial del río Gafos, que quedó destrozado a causa de la crecida.
El regidor pontevedrés ha enviado una carta al presidente de la Xunta en la que reclama que se abra una línea de ayudas para Administración y particulares.
Por su parte, el conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández, indicó que la previsión de daños en toda Galicia se conocerá a lo largo de la semana, puesto que los servicios autonómicos están realizando un recuento de los destrozos. Todo indica que el informe llegará al Consello de la Xunta del jueves.
Ese mismo día deberían estar solucionados los cortes en el suministro de agua que sufre Caldas de Reis desde el pasado fin de semana a causa de la rotura de una tubería de captación. Técnicos trabajarán aún otros dos días en reparar esta canalización. Mientras, el casco urbano recibió ayer agua únicamente de los manantiales municipales que surten el depósito general, lo que provocó que los pisos superiores de algunos edificios sufriesen carencias.