Tres células activas podrían formar el grupo radical autor de los atentados

La Voz REDACCIÓN/LA VOZ.

GALICIA

Dos de los «comandos» tendrían base estable en Santiago y Vigo, mientras que un tercero sería itinerante

07 ene 2011 . Actualizado a las 02:21 h.

Las fuerzas de seguridad tienen un buen conocimiento del entorno en el que se mueven los independentistas radicales que se muestran más activos en Galicia. Los investigadores saben en qué ambientes son captados los jóvenes, en su mayoría estudiantes universitarios, que se van introduciendo en las actividades reivindicativas mediante contactos establecidos en centros sociales de corte independentista y en peñas de equipos de fútbol que se distinguen por cometer acciones violentas. Este sería, a grandes rasgos, el germen del independentismo radical en el que empiezan a formarse los individuos que acabarán mostrando su aprendizaje en manifestaciones y protestas callejeras. Eso está más o menos controlado.

Pero una cosa son los grupos violentos con capacidad para convertir una manifestación en una batalla campal aprovechando huelgas, protestas laborales o reivindicaciones del idioma, y otra muy distinta son los activistas, que son los que dan los golpes en nombre de la organización que las fuerzas de seguridad identifican como Resistencia Galega. Se mueven en núcleos cerrados a los que es muy difícil acceder, como explica un agente que hasta no hace mucho investigaba el independentismo violento. Son grupos sólidos, difíciles de crear y a los que solo llegan quienes han demostrado su total fidelidad a la causa del independentismo radical.

Los investigadores creen que en Galicia hay tres grupos, o células, de ese tipo. Dos tendrían su base en el entorno de las ciudades de Santiago y Vigo. La tercera es itinerante y sería la que, por ejemplo, se desplazó a ejecutar los atentados de Lugo, en septiembre, y de Betanzos, hace unos días. Se cree que en las zonas elegidas tienen algún colaborador que ofrece apoyo logístico y datos sobre los objetivos, como las horas con menos gente, la existencia de cámaras de seguridad o la forma más fácil de escapar.

El blindaje de las células se consigue con una estructura muy jerarquizada en la que tres o cuatro activistas ejecutan las órdenes de un jefe de grupo o dinamizador. Esta persona marca las directrices de las células activas, y anima y mentaliza al grupo. Da las instrucciones, y es el único que contacta con sus superiores.

¿Pero quiénes son esos superiores? ¿Quiénes dan las órdenes y señalan los objetivos? Esa es la pregunta del millón, afirma el experto policial. Las investigaciones sobre el independentismo violento tienen claro que Resistencia Galega nace de los restos del Exército Guerrilheiro do Pobo Galego Ceibe. Y de ahí vienen los dirigentes actuales. Serían veteranos personajes en la clandestinidad y cuyo máximo exponente es Antom García Matos, alias Toninho . En círculos policiales, este hombre está considerado el jefe de Resistencia Galega y se cree que se esconde en Portugal, desde donde transmite las instrucciones a sus enlaces en Galicia, y estos a las tres células.

Toninho fue detenido por la Guardia Civil en la operación Castiñeira, en noviembre del 2005. Quedó libre el mismo día, aunque con cargos de terrorismo. Toninho está en busca y captura desde entonces.