En unos colegios no llegaron los equipos, y otros tienen problemas con el servidor, el wifi o los contenidos
11 dic 2010 . Actualizado a las 02:04 h.Trescientos colegios e institutos públicos y privados. Más de 14.000 escolares de quinto de primaria y primero de secundaria. Setecientas aulas. Quince mil ordenadores portátiles, pizarras, cañones digitales, software libre... El proyecto Abalar se presenta tan ambicioso que las incidencias no han dejado de aparecer tras tres meses de curso. Ya lo anunció Feijoo en septiembre: «Incidencias seguro que as imos ter todo o curso». Y no se equivocaba. La primera fue que los ordenadores ya llegaron tarde porque la empresa suministradora no fue capaz de cumplir los plazos, pero a estas alturas continúan. Desde Educación aseguran que están repartidos casi el 100% de los equipos, y que la mitad están trabajando y funcionando, es decir, que el otro 50% no lo están. Un pequeño recorrido por los centros educativos deja, sin embargo, anécdotas para todos los gustos.
Esperando a que lleguen
Al colegio La Salle de Santiago ni llegaron los equipos. Pero los esperan con ansia. Su director, Jorge Meneses, dice que todo está preparado para instalar los 75 ordenadores. Otra cosa es cómo vengan preparados: «Ni siquiera sabemos si vendrán listos ya para trabajar».
Llegaron, pero se los llevaron
En el colegio Portofaro, de Cambre, el problema es más grave. El coordinador del proyecto Abalar en el centro dimitió porque no tenía horas para asumir el trabajo, por lo que el colegio pidió a la Xunta que les mandase otro responsable. Se había hecho la instalación necesaria en las aulas y hace unos veinte días llegaron todos los equipos. Pero a los dos días se los llevaron. El director tampoco ha recibido una comunicación oficial de que está fuera del programa.
La pared de pladur no aguanta
Entre las incidencias a las que se han tenido que enfrentar centros, profesores y los propios técnicos de la consellería, la del instituto Lamas de Abade de Santiago es de las más curiosas. La pared de pladur no aguanta el peso de los soportes digitales. «Hai que buscar unha alternativa. Queremos empezar xa. A ver se en dous ou tres días. Os ordenadores están nas mesas, pero non se traballa», dice la directora del centro, Dolores Picón.
Faltan los sistemas operativos
En el colegio Raíña Fabiola, de Santiago, el director es además el coordinador del proyecto. El centro tiene los ordenadores, la pizarra, el servidor y el punto wifi. Pero falta la imagen del sistema operativo. Al parecer, los portátiles vienen con una serie de aplicaciones y el sistema que instaló la empresa tenía fallos de estabilidad, por lo que hubo que crear otro. «Ata xaneiro xa nada. Non ten sentido traballar ata que estea listo».
Falta el servidor y el wifi
En el colegio de infantil y primaria Torrente Ballester, de Cambre, «non temos o servidor nin wifi. Temos os ordenadores e a pantalla, pero non sabemos cando nos van instalar o servidor», explican. El problema es que sospechan que esta instalación puede llevar hasta semanas, «e pensamos que hai pouco persoal para facelo, de aí o retraso».
Contenidos inadecuados
El colegio Vite, de Santiago, ya lo tiene todo. Ahora solo falta que las aulas digitales realmente funcionen como tal. De momento son un refuerzo. ¿Los problemas? José Antonio Pardo, el director, explica que los contenidos de Coñecemento do Medio no están en gallego, cuando la materia debe impartirse en esta lengua; los de inglés no siguen una línea metodológica, «e unha cousa importante, o profesor non pode ver que está a facer o alumno», concluye Pardo.