Feijoo mete los vuelos en campaña

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO/LA VOZ |

GALICIA

La batalla de las conexiones aéreas sustituye a la de las cajas en el pulso de PSdeG-PSOE y PP por alcaldías como la de Vigo

22 nov 2010 . Actualizado a las 20:09 h.

Justo cuando a Abel Caballero se le agotaba el filón que creyó hallar con las cajas de ahorro para construir su mayoría absoluta en Vigo, visión onírica que solo puede albergar la misma persona que dijo haber sacado a la calle a 300.000 vigueses contra la fusión financiera, cuando en realidad movilizó a 20.000, un error estratégico del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, le dio la oportunidad al regidor de reemplazar las cajas por los aviones para mantener la tensión política con el Gobierno gallego y, por tanto, con el PP, en vísperas de las elecciones municipales.

La decisión de Feijoo de trasladar al Comité de Rutas la planificación de los enlaces internacionales de los tres aeropuertos gallegos le ha permitido agitar los localismos y sacar a relucir las discrepancias que mantienen entre sí los alcaldes socialistas de A Coruña, Santiago y Vigo, así como las de sus aliados del BNG, y, de paso, mostrarse a sí mismo como el garante del savoir faire para remarcar su compromiso con el sistema aeroportuario galaico. Apareció así el Feijoo candidato, resuelto personalmente a dar la batalla contra los bipartitos de las ciudades, como planteó la estrategia electoral esbozada por su partido.

El Gobierno de Feijoo, en realidad, fue el artífice de que la Xunta asumiera -y posiblemente sin mal criterio- el grueso de la negociación bilateral con las aerolíneas de bajo coste, sustituyendo el liderazgo que ejercía en este sentido el Concello de Santiago con el respaldo de los comerciantes locales.

El error táctico del Gobierno autónomo fue aprovechar sus desencuentros con una compañía como Ryanair, que debe buena parte de su éxito a su capacidad para engullir ayudas públicas, para devolver la pelota a la escala inferior y pretender que los alcaldes se pusieran de acuerdo sobre las rutas a seis meses vista de acudir a las urnas para rendir cuentas ante los ciudadanos.

Tras el bochornoso fracaso de la última reunión del Comité de Rutas que preside el conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández, el jefe del Ejecutivo gallego sacó pecho en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta y predijo que si la fusión de las cajas le fuera encomendada a dicho comité, hoy Galicia no tendría la quinta caja de ahorros de España que alumbró el acuerdo.

Pero al igual que los alcaldes no son las personas idóneas para negociar una operación financiera gallega, tampoco lo son para planificar las conexiones aéreas gallegas, por mucho que puedan, y deban, ser consultados. La inhibición de partida de la Xunta metió los aviones en la campaña de las municipales y la decisión que acabe adoptando el Gobierno sobre las rutas, sea cual sea, va a ser vista por el candidato Caballero como un aldraxe, porque su interés radica, más que en volar por los cielos, en no volar del Concello.