Un programa gallego identifica para el FBI a internautas que difunden archivos de pederastia

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA/LA VOZ.

GALICIA

Vicus es la principal arma de la Guardia Civil contra la pornografía infantil

19 nov 2010 . Actualizado a las 12:14 h.

La operación Telémaco fue su prueba de fuego, pero también su presentación por la puerta grande. Tal fue el potencial que demostró Vicus, el programa informático impulsado por la Universidade de Vigo y la Guardia Civil de Pontevedra para luchar contra la distribución de pornografía infantil por Internet, que hasta el FBI llamó a las puertas de los investigadores.

«Tuvimos un contacto en Madrid con el FBI. Fue, en principio, un poco casual. Se interesó por la plataforma y le cedimos los objetivos nuestros para que ellos investiguen allí, en Estados Unidos», reseñó Gonzalo Sotelo, responsable del Equipo de Investigación Tecnológica del instituto armado pontevedrés.

Solo entre el 16 y el 24 de mayo de este año, Vicus detectó 42.806 usuarios a nivel mundial, de los que 1.185 estaban compartiendo, «al menos, quince archivos videográficos con material extremadamente duro», subrayó Sotelo. Medio centenar de los internautas estaban en España, mientras que los datos de sospechosos estadounidenses fueron remitidos al FBI para que abriesen su propia investigación.

El desarrollo de este programa comenzó a finales del 2008 a raíz de que Gonzalo Sotelo conociese a Juan Carlos Burguillo, profesor en la Escuela Superior de Telecomunicaciones. En el transcurso de una conversación vieron viable establecer una «colaboración para desarrollar una plataforma que permita mejorar el control y la identificación de recursos delicados o de contenido pederasta en redes de intercambio de archivos», precisó Juan Carlos Burguillo.

Doce meses más tarde, ya se disponía de un primer prototipo, que empezó a ser puesto a prueba por la madrileña Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil. Esto permitió depurar aristas y solventar flecos hasta que se decidió que ya estaba preparado para emplearse en una investigación, la que dio lugar a la operación Telémaco.

Recientemente se volvió a utilizar en Badajoz. El resultado de ambas investigaciones -veinte de detenciones y una docena de imputaciones- fue valorado muy positivamente por José Eugenio Torres, también del equipo de delincuencia de la Guardia Civil de Pontevedra. De hecho, reconoció que, a día de hoy, se prevé realizar una nueva operación contra pederastas que tratan de escudarse en redes de intercambio de archivos.

En cuanto a la operatividad, uno de los aspectos sobre el que más se incidió fue evitar los falsos positivos. Esto es, que internautas que descargaron por accidente un archivo de pornografía infantil creyendo que bajaban otro tipo de contenido se viesen criminalizados e, incluso, encausados.

Sobre esta última cuestión, reconocieron que el antecesor del software gallego, el Hispalis, «daba ciertos errores» con los falsos positivos. José Eugenio Torres precisó que la nueva plataforma permite filtrar a los usuarios que se están bajando contenidos ilícitos por error.

Y es que un pederasta podría tratar de ocultar su acción modificando el nombre del archivo, pero no podría hacer lo mismo con el hash, un algoritmo que, en teoría, funciona como un DNI interno y único de cada archivo que se encuentra en una red P2P, en las que se basan programas como Emule o Edonkey. «La plataforma se basa en la búsqueda del hash», dice el experto policial.

Además de su facilidad de uso, Vicus genera informes individualizados de los investigados: «No se necesitan apenas conocimiento técnico para trabajar con ella», sostuvo el profesor Enrique Costas, quien resaltó que esta plataforma se empleará en toda España.