La policía custodia el papamóvil tras llegar a Santiago en un avión militar español

M. Cheda / N. Mirás SANTIAGO/LA VOZ.

GALICIA

29 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El papamóvil, el vehículo que utilizará Benedicto XVI en sus desplazamientos durante su visita, llegó ayer a Santiago. A las 15.12 horas de ayer, con tres de retraso sobre el programa aprobado la semana anterior, en Lavacolla aterrizó un Hércules de la Fuerza Aérea Española procedente de Barcelona, donde había efectuado escala en su ruta Roma-Santiago. A bordo portaba el vehículo que Benedicto XVI utilizará el 6 de noviembre durante su estancia en Galicia, un gemelo del que la tripulación del avión militar venía de descargar en la capital catalana para su uso allí, el domingo 7, en la segunda y última etapa de esta que será la tercera visita del Santo Padre a la Península en menos de un lustro.

Semicubierto por una lona y previo traslado al casco urbano sobre un camión grúa, a las cinco de la tarde el coche quedaba estacionado, bajo férrea custodia y por espacio de ocho días, en la sede provisional del Cuerpo Nacional de Policía, un céntrico colegio desalojado para su futura conversión en complejo residencial y de servicios. Con Joseph Ratzinger, el 6-N circulará entre el aeropuerto de Santiago y la catedral esquivando autovías, siempre por carreteras convencionales, aunque a dos velocidades de crucero diferentes, de acuerdo con la versión más reciente del guión que manejan las autoridades.

A la ida lo hará a un promedio de 16,3 kilómetros por hora, pues tardará 45 minutos, de las doce y cuarto a la una, en cubrir 12.225 metros. Mientras que a la vuelta (18.45 a 19.15) se moverá a 24,5 km/h. No obstante, tanto en un sentido de la marcha como en el otro, el chófer pilotará alternando pisadas de freno y acelerador, sujetándose a un plano de puntos probablemente masificados y zonas que se presumen menos concurridas.

Aunque la Iglesia, para evitar esos desfases de público, ha enviado a parroquias de toda la comunidad una circular donde divide el recorrido en seis tramos y asigna la ocupación de cada uno a sendos colectivos cuya composición decidió con criterios geográficos y de edad. Por ejemplo, un trecho lo reserva a fieles de A Coruña y Pontevedra, y otro, para alumnos colegios públicos y religiosos. Pero, al carecer de base legal, nada obliga a respetar ese reparto.

Retirada de banderolas

Entretanto, el Movemento polos Dereitos Civís (MpDC) denunció que policías nacionales están solicitando la retirada de banderolas que, rotuladas con el mensaje «Eu non te espero», lucen en numerosas ventanas de la capital. El colectivo sostiene que esta práctica se ha realizado en calles como Salvadas, San Pedro o Restollal y que, en algún caso, los funcionarios han pedido información de los dueños de las casas con pancartas. Para su portavoz, Renato Núñez, este proceder resulta «inaceptable».