La policía busca a unos adolescentes que muestran en Internet vídeos de cómo sustraen bebidas y se burlan de un discapacitado
21 oct 2010 . Actualizado a las 02:44 h.En el vídeo de un minuto los cinco menores se muestran burlones ante la cámara. Abundan las carcajadas y un narrador se chotea de los empleados cuando comprueba que ni cuenta se dieron del robo. Siempre a cara descubierta, primero aparecen discutiendo el mejor lugar para grabar. La siguiente secuencia recoge el supuesto hurto. Se ve a uno de ellos cargando con dos botellas de cerveza y saliendo del negocio a la carrera. A risas y jaleado por sus amigos. Los adolescentes son coruñeses, igual que el supermercado, situado en el barrio de Labañou. La policía tiene la prueba en sus manos, con los cinco chicos exponiendo su cara, en un vídeo en la página YouTube. Pero todavía no los ha localizado. Los quieren poner a disposición del Juzgado de Menores, aunque lo del hurto pasó a un segundo plano, pues los agentes investigan ahora la participación de alguno de estos jóvenes en otros vídeos en los que se ve a adolescentes mofándose de un chico discapacitado, al que provocan y se burlan de él en un garaje y en un descampado. Todo se desarrolla, como el hurto de las cervezas, en el barrio de Labañou. Y todos los vídeos fueron colgados por la misma persona desde el mismo enlace, por lo que se presume fácil llegar hasta él.
En ninguno de los vídeos que han colgado en la Red se esconden. En el vídeo del robo, que es el que ha llevado a la policía a tirar del hilo y toparse con las cuatro grabaciones en las que se aprecia un presunto abuso a un discapacitado, los protagonistas buscan el mejor lugar para grabar y discuten por dónde salir del supermercado sin levantar sospechas. Eligen hacerlo desde fuera del establecimiento, a través del escaparate. Dos de ellos siguen con la cámara del móvil los movimientos de sus compinches en el interior del local. Una voz en off relata la fechoría, con comentarios como «vuelve a entrar a coger otras dos cervezas, que no se enteró nadie» o «fulanito se quedó dentro. Lo van a coger por mongol». Todo eso aderezado con carcajadas del resto.
«No son conscientes de la gravedad de lo que hacen. Se ve que son chicos que no necesitan robar para beber dos litros de cerveza. Lo hacen, simplemente, por diversión», razonan desde Jefatura. Ni siquiera abusar de un discapacitado y luego difundirlo «lo ven como un delito», añaden las mismas fuentes.
La policía analiza los vídeos y espera dar con los adolescentes cuanto antes. Ahí suenan nombres, tanto de los que se meten con el chico como el de este. Los vídeos son una saca de pruebas en su contra y será la Fiscalía de Menores la que termine interviniendo. Respecto al robo en el supermercado, el asunto no podría pasar de falta, pues el botín no supera los 400 euros, que es la frontera entre falta y delito. O lo que es lo mismo, entre cárcel y multa. Otra cosa son los abusos. No se ven agresiones, pero sí humillaciones.