La Xunta quiere agilizar los trasvases de funcionarios para cubrir vacantes

Serafín Lorenzo SANTIAGO/LA VOZ.

GALICIA

Sostiene que tiene que adecuar los recursos humanos a las necesidades de trabajo de cada departamento

09 oct 2010 . Actualizado a las 03:42 h.

Feijoo anticipó hace meses la necesidad de realizar una ordenación del personal de la Administración autonómica. La crisis aprieta, los ingresos se desploman y la Xunta cierra la puerta a nuevas contrataciones que sigan engrosando una plantilla que, en los últimos diez años, ha crecido en 16.000 personas. Ante ese nuevo escenario, Función Pública defendió ayer la necesidad de facilitar un trasvase más rápido de funcionarios entre distintos departamentos para cubrir unas vacantes que ya no podrán ocuparse con nuevos trabajadores.

El director xeral de Función Pública, José María Barreiro, sostuvo en una entrevista en la televisión autonómica que puede haber unidades de la Administración que estén «sobredimensionadas» y que en otras «falte persoal». Subrayó que, dentro de la apuesta de la Xunta por optimizar sus recursos humanos para solventar esos desequilibrios en un contexto de crisis, se hace necesaria una reordenación del personal de la Administración para adecuar la plantilla «ás necesidades de traballo existentes».

Los sindicatos han recibido con recelo esta declaración de intenciones del Gobierno de Feijoo en un ámbito, el de la función pública, en el que la Administración tiene varios frentes abiertos, por las demoras en la resolución de procesos selectivos ofertados en el 2008 y por las irregularidades destapadas en distintas oposiciones. Aunque con matices en sus lecturas, las principales fuerzas sindicales coinciden en la sospecha de que la Xunta pretenda actuar con criterios políticos, para mover a empleados a dedo y de modo discrecional. La desconfianza sindical hacia cualquier medida en materia de función pública se ha exacerbado con los ajustes aplicados al sector.

En la misma línea se pronunciaron fuentes consultadas en la junta de personal de los servicios centrales de la Xunta, que piden mayor transparencia en la gestión para evitar prácticas que disparan el gasto. «O problema é que non hai cartos e non se pode contratar persoal, pero tampouco poden externalizar servizos sen que esté xustificado», advierten. En la junta de personal, que agrupa a los sindicatos CIG, UGT, CC.?OO. y CSI-CSIF, mantienen que la redistribución de empleados para optimizar la función pública deberá estar precedida de una reflexión en profundidad, porque el personal tiene competencias definidas. «Levalo á práctica vai ser difícil. Ademais, se aplicas iso pero segues a externalizar servizos, o gasto non vai baixar», señalan.

14.000 más que en el 2005

El censo de empleados públicos de la Xunta ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años. De 75.297 trabajadores en el 2001 ha pasado a 91.190 en este ejercicio. Aunque la evolución ha sido especialmente intensa desde el 2005. En solo cinco años, la Administración gallega ha incorporado a 14.000 nuevos empleados.