El Rey pide al Apóstol Santiago ayuda para «resolver cuanto antes la grave crisis»

Efe

GALICIA

La crisis, el terrorismo, los jóvenes y en general todos los españoles han sido las claves del discurso de Don Juan Carlos en la Ofrenda Nacional al Apóstol.

25 jul 2010 . Actualizado a las 18:54 h.

El Rey ha pedido hoy, ante el Apóstol Santiago, que se fomente todo lo que une y hace más fuertes a los españoles, todo lo que asegura la solidaridad entre las autonomías y que hace de España la «gran familia unida, al tiempo que diversa y plural, de la que nos sentimos orgullosos».

Don Juan Carlos, acompañado por Doña Sofía, ha realizado en la catedral compostelana, la Ofrenda Nacional al Apóstol Santiago, una costumbre, que según ha recordado, mantiene la Corona desde 1643 y que el Rey hace en nombre del país cada Año Jubilar.

El monarca ha pedido al Santo que ayude a España a resolver cuanto antes la «grave crisis económica» y sus «duras consecuencias para millones de personas y de familias», particularmente para los jóvenes, y a erradicar «la sinrazón de la barbarie terrorista».

Durante la Ofrenda, el Rey ha instado a los responsables políticos, económicos y sociales a que «sirvan con generosidad» al interés general y favorezcan siempre «la cohesión y el entendimiento entre todos, atendiendo con eficacia a los problemas» de los ciudadanos.

«No es tiempo de desánimo, sino de mucho trabajo y dedicación; tiempo de rigor y de grandes valores éticos para reemprender juntos, con solidez y planteamientos integradores, el camino del progreso, empleo y mayor bienestar», ha añadido.

Don Juan Carlos ha dicho que es hora de redoblar esfuerzos, con la confianza en una España que «ha sabido sobreponerse a las dificultades y resolver los problemas con la entrega de todos y en el marco de nuestra Constitución».

Gracias a la voluntad de entendimiento y el esfuerzo de todos, España ha vivido una de las etapas «más fecundas» de su historia, «la más larga en términos de democracia y libertad, con una moderna articulación territorial», y la «más intensa en crecimiento económico y bienestar social».

Por ello, ha rogado al Santo que ayude a conservar y mejorar lo conseguido y a promover «el diálogo y el consenso, la tolerancia y el respeto mutuo, el amor a la justicia y a la equidad, para reforzar los pilares de nuestra convivencia en libertad en torno a las reglas y principios que nos hemos querido dar».

No se ha olvidado de Europa, que necesita estar cada vez «más integrada para hacer valer su voz en esta era de la globalización», ni de Iberoamérica para que, al igual que el resto del mundo, pueda disfrutar de paz, libertad, justicia y prosperidad. Que la guerra, el terrorismo, la opresión, el hambre, la discriminación y la violación de los derechos humanos «sean proscritos de la faz de la tierra», y que se preserve el entorno natural, ha deseado también el monarca en el día grande del Xacobeo 2010.

En gallego, por Galicia

Ya en gallego, el Rey ha pedido particularmente por Galicia, a la que acuden miles de peregrinos para disfrutar, según ha resaltado, de su belleza y riqueza natural y del dinamismo de sus gentes.

En su homilía de respuesta, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, que ha presidido el oficio religioso, concelebrado por más de setenta obispos y sacerdotes, ha hecho votos por la pronta recuperación del Rey tras su operación.

También ha querido encomendarse al Santo para «revitalizar» la identidad que «ha vertebrado la historia de los pueblos de España, con lo común de todos y lo específico de cada uno».

Monseñor Barrio ha animado a recuperar valores como la austeridad, el esfuerzo y la solidaridad, «sin olvidar la caridad», para ofrecer a todos «la esperanza de un mañana mejor y digno del hombre, sobre todo en estos momentos no fáciles».

Ante la «devaluación del sentido moral», la mirada de la fe es un «faro orientador», ha subrayado el arzobispo, quien ha rogado también por todos los pueblos de España, por Iberoamérica y, en especial, por Galicia, para mantener una convivencia solidaria sin olvidar las raíces.

Para los gobernantes, ha pedido generosidad, fortaleza y constancia en la búsqueda del bien común y de «renovación ética y moral» de la sociedad.

Los Reyes, que han descansado esta noche en el Hostal de los Reyes Católicos, han llegado a las 10:20 horas la Plaza del Obradorio y han saludo a las autoridades, entre ellas el ministro de Fomento, José Blanco; el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el que también ocupara este cargo Manuel Fraga, en silla de ruedas y a quien Don Juan Carlos y Doña Sofía han saludado con especial cariño.

Han accedido a la catedral mientras en el templo sonaban las tradicionales «Chirimías» y, tras el oficio religioso, presenciaron el vuelo del botafumeiro mientras sonaba el Himno del Apóstol y abrazaron la efigie del Santo como unos peregrinos más de los miles que llegan este año a Santiago. Sólo en lo que va del mes de julio lo han hecho casi 31.500.

Los Reyes han sido despedidos por el arzobispo en el Pórtico de la Gloria y después han cruzado la plaza del Obradoiro entre los aplausos de cientos de personas, entre ellas los expedicionarios de la Ruta Quetzal, para firmar en la Alcaldía en el libro de oro de la ciudad.