Examen tipo test y de gallego para ser portero de discoteca

Rocío García Martínez
Rocío García A ESTRADA/LA VOZ.

GALICIA

Cerca de 150 profesionales se someten a las pruebas para obtener el carné oficial

01 jul 2010 . Actualizado a las 03:44 h.

Los tópicos se cumplen. Torsos musculados, bíceps de impresión y tatuajes canallas abundan entre los porteros de los locales nocturnos gallegos. Centenar y medio se concentraron ayer en la sede de la Academia Galega de Seguridade Pública (Agasp), en A Estrada, para asistir a las primeras pruebas oficiales para obtener el nuevo carné de controlador de acceso a espectáculos públicos y actividades recreativas. Por supuesto que había mortales con panza o michelines y tirillas de a pie, pero estaban en clara desventaja. «Normalmente el empresario suele preferir una persona fuerte porque impone más, pero hay virulillas que dan buenos guantazos...», advierte un aspirante bien tatuado.

No obstante, tanto los que se machacan en el gimnasio como los que no, coinciden en que la principal cualidad que debe tener un portero no es la fuerza, sino la paciencia. «Hay que tener mucha tranquilidad, saber dialogar, pasar de muchas cosas y saber manejar a la gente», explica Lamin Fall, portero del pub vigués Twenty. Gonzalo Bobillo le da la razón. Se gana la vida compaginando el control de acceso en locales nocturnos con el de conciertos y competiciones deportivas en toda España. «En Galicia empieza a haber cada vez más porteros tochos en las ciudades, pero de momento no es la norma. Muchos pubs pequeños ni siquiera tienen porteros. En Madrid y Valencia sí que abundan los ciclomanes de 2x2. Son auténticas grúas portátiles que al mínimo problema te levantan a una cuarta del suelo y te ponen fuera», explica.

Sin embargo, a su juicio, es un error que las discotecas apuesten por este tipo de controladores. «Como personas no reaccionan bien. Muchas veces sufren cambios de temperamento y se lían a leches a la primera de cambio. No puedes perder los nervios porque un borracho te insulte», advierte.

Acreditación polémica

No hay portero que niegue la importancia de la paciencia, pero hay quienes dudan de la necesidad del nuevo carné que se les exigirá a los profesionales del gremio a partir del 1 de julio del año que viene. «No creo que haga falta para nada. Llevo diez años trabajando en esto y nunca hizo falta. ¿Quién le va a dar de comer a mi familia si no paso las pruebas?», se pregunta un aspirante anónimo. Otros, en cambio, creen que la acreditación está bien para regular el sector y para ofrecerles protección en caso de problemas.

En todo caso, desde la organización advierten que las pruebas están diseñadas para que todo el mundo las supere sin problemas. Consisten en un examen tipo test sobre un temario de 139 folios, una prueba de gallego y un test psicológico de personalidad. «En el examen se preguntan cosas lógicas. Cualquiera que haya leído el temario puede pasarlo porque de lo que se trata sobre todo es de que los porteros conozcan sus funciones y tengan claro que no les corresponden labores de seguridad», explica la responsable de formación de la Agasp, Mónica Castro. «Este año impartimos un curso preparatorio para las pruebas y comprobamos que muchos porteros no sabían siquiera cuál era su función», explica.

La pretensión de los organizadores no es dejar en la calle a los porteros poco aplicados, sino más bien obligarlos a tomar conciencia de en qué consiste su trabajo exactamente, más allá de lo que puedan sugerir quienes los contratan.