Solicitan cárcel y 60 millones para un coleccionista de arte por contrabando

Nacho Mirás SANTIAGO/LA VOZ.

GALICIA

El fiscal lo acusa de sacar de Santiago a Alemania su colección prehispánica, denunciada por expolio por varios países

25 jun 2010 . Actualizado a las 02:50 h.

Dos años de prisión y sesenta millones de euros de multa. Esta es la pena que el fiscal Antonio Roma Valdés solicita para el coleccionista de arte Leonardo Augustus Patterson, al que el ministerio público acusa de un delito de contrabando. La Fiscalía Superior de Galicia hizo público ayer su escrito de acusación contra este ciudadano costarricense, cuya relación con Galicia se inició cuando trajo a Santiago, en los años 1996 y 1997, una colección de más de 1.400 obras de arte precolombino originarias de varios países latinoamericanos, especialmente de México, Costa Rica, Perú y Colombia.

Finalizada la exposición, el propio Patterson decidió depositar las piezas en una cámara de seguridad privada de la empresa Boquete de Santiago hasta marzo del 2008. En esa fecha, y según recoge el escrito del fiscal, el coleccionista trasladó los valiosos objetos a Múnich, si bien el ministerio público señala que, «para esta actuación, o acusado non contou coa autorización do Ministerio de Cultura, segundo recolle nos artigos 5.2 e 28 a 31 da Ley 16/1985 de Patrimonio Histórico Español».

Sin permiso

Añade Roma Valdés que, al dictar las órdenes de traslado, «o acusado tiña coñecemento da necesidade de obter permiso de exportación do Ministerio de Cultura, pero omitiu voluntariamente solicitalo». La Fiscalía Superior valora la colección Patterson en 53.492.600 euros.

El fiscal llama a declarar como testigos a Ángel Boquete Codesido, propietario de Mudanzas Boquete, así como a tres agentes del Cuerpo Nacional de Policía y a funcionarios de la policía alemana que identificaron las piezas en la aduana de Múnich. Como peritos cita a dos expertos del Museo de América de Madrid.

Antonio Roma pide al Juzgado de Instrucción número 1 de Santiago que requiera al acusado para que proceda a entregar las piezas y solicita que se le notifiquen personalmente los autos de apertura de procedimiento abreviado y de juicio oral, en castellano y traducidos al alemán.

La prensa latinoamericana sitúa a Leonardo Patterson en Múnich. Él mismo desmintió en su día las informaciones que hablaban de su huida alegando que está a disposición de la Justicia y que es el primer interesado en que se aclare su situación.

Hay quien cree, sin embargo, que Leonardo Patterson ha sido víctima de una campaña de desprestigio que se inició con la llegada de su colección a Compostela. El holandés Michel van Rijn -que se presenta como uno de los descendientes de Rembrandt- defiende al coleccionista de las acusaciones que pesan sobre él, y lo hace en cuatro idiomas a través del dominio digital www.leonardo-patterson.com.

Van Rijn se refiere al hombre al que ahora acusa la Fiscalía gallega como «un respetado coleccionista» y señala que «nunca se ha lucrado con el arte». «Cualquier cosa que se dice sobre una persona -señala- debe probarse, y en el caso del señor Patterson, sin prueba alguna, lo han enjuiciado y la prensa lo ha condenado, atribuyéndole delitos que no ha cometido, dañando su imagen y la de su familia, que es de gente trabajadora y honrada», insiste.

Las afirmaciones del heredero de Rembrandt, en cualquier caso, son anteriores al escrito de acusación de Antonio Roma.