La Universidade de Santiago abre el plazo de candidaturas a rector para sustituir a Senén Barro
GALICIA
La Universidade de Santiago abrió ayer oficialmente -mañana en la práctica- el plazo para presentar candidaturas al rectorado de la institución. Los aspirantes, que no son pocos, tendrán hasta el 7 de abril para oficializar sus candidaturas. Está previsto que tanto Lourenzo Fernández Prieto como Juan Casares Long acudan ya mañana al registro del Colexio de San Xerome para hacer oficiales sendas candidaturas.
La campaña a rector de la Universidade de Santiago de este año, para sustituir a Senén Barro, no tiene precedentes, al menos en lo que a aspirantes se refiere. Al menos seis -tres hombres y tres mujeres- y a expensas de que finalmente formalicen la candidatura, mostraron su interés en sustituir a Barro, que finaliza dos mandatos de gobierno.
Entre los nombres que se barajan hay algunos muy conocidos, como el de la ex conselleira de Educación con el Gobierno bipartito, Laura Sánchez Piñón; el ex director xeral de la Consellería de Medio Ambiente en el Ejecutivo de Fraga, Juan Casares Long, o el nacionalista Lourenzo Fernández Prieto. Los otros tres son el decano de Bioloxía, Jaime Gómez Márquez; la catedrática de Química Pilar Bermejo Barrera, y la de Filoloxía, Mercedes Brea. Tras la presentación de candidatos, el 12 de abril se hará la proclamación provisional. La elección, mediante sufragio universal pero ponderado, se celebrará el 5 de mayo.
Los retos
El sustituto de Senén Barro tendrá varios retos en los próximos cuatro años, y la situación económica estará presente en muchos de ellos. ¿El principal? Terminar la negociación ya iniciada para conseguir un nuevo plan de financiación para las universidades gallegas.
El actual marco económico, excesivamente ligado a los ingresos no financieros de la Xunta -actualmente en claro descenso-, dejó a las instituciones al borde de la solvencia financiera, por lo que el nuevo plan debe contemplar otros criterios, como son la consecución de fondos ligados a objetivos, y la financiación estructural de la investigación y no solo de la docencia.