El paso continuo de borrascas dejó un invierno muy frío y lluvioso

GALICIA

En solo tres meses Galicia vivió el paso de dos ciclones, grandes nevadas, inundaciones y hasta tres tornados

20 mar 2010 . Actualizado a las 03:43 h.

El invierno que concluye hoy ha estado marcado por un tiempo inestable y, al mismo tiempo, por una gran variabilidad de fenómenos meteorológicos, la mayoría de carácter adverso. Aunque los indicadores describen una estación fría y lluviosa, en realidad estos parámetros no se alejan demasiado de un típico escenario invernal: temperaturas en torno a un grado por debajo de lo normal y precipitaciones por encima de la media. Lo que sí ha resultado inusual es la brusquedad con la que se han sucedido los cambios en el invierno más variable de los últimos diez años. Olas de nieve, heladas generalizadas, el paso de dos ciclones, tornados, inundaciones..., diciembre, enero y febrero han encadenado un temporal tras otro sin apenas interrupciones, e incluso se activó una alerta roja ante el paso del ciclón extratropical Xynthia a finales de febrero.

Esta situación obedece a un contexto más general que llevó frío a buena parte del hemisferio norte y que se originó por una alteración en la posición habitual de los centros de altas presiones y el Atlántico norte. En lo referente a Galicia, este cambio en lo que se denomina oscilación ártica provocó un cambio en los movimientos de las masas de aire: la circulación habitual, llamada zonal, se sustituyó por una circulación meridional, lo que situó a la comunidad en una especie de corredor para el paso casi continuo de borrascas. Cuando las masas de aire entraban desde el norte, casi directamente desde el polo, las temperaturas descendieron notablemente en Galicia. En diciembre, Lugo registró durante once jornadas mínimas bajo cero y el termómetro llegó a -12°. En consecuencia, Ourense recibió el día 16 la primera nieve de la temporada, aunque la nevada de verdad llegó entre los días 8 y 9 de febrero, acompañada de heladas generalizadas. En cambio, cuando las borrascas llegaron desde el sur las temperaturas fueron más benignas, pero el choque de las masas frías con el aire subtropical propició que las borrascas profundizasen muy rápido y trajesen fuertes vientos y abundantes precipitaciones. El paso de dos ciclones extratropicales, Flora el 14 de enero y Xynthia el 27 de febrero, dejó ráfagas máximas de 160 y 196 kilómetros por hora, respectivamente.

Baja actividad solar

Los cambios en la oscilación ártica pueden relacionarse, según el meteorólogo de MeteoGalicia Juan Taboada, con la baja actividad solar de este invierno, una hipótesis que prefiere a la que atribuye la mayor circulación meridional al fenómeno de El Niño en el Pacífico ecuatorial. Este especialista también llama la atención sobre la detección de tres tornados este invierno, así como la situación casi continua de temporal que se vivió en el mar.