A Limia, ahogada por los temporales

GALICIA

Xinzo aprueba que la comarca sea declarada zona catastrófica por los daños del «Xynthia»; la cosecha de cereal se ha perdido y los pataqueiros viven su enésima crisis

10 mar 2010 . Actualizado a las 03:24 h.

La comarca de A Limia vivió durante años en el polvorín permanente de las tractoradas y las reivindicaciones de ayudas al sector de la patata. Tiempos de marchas camino de Compostela, enfrentamientos con la Guardia Civil y subvenciones a fondo perdido de la Diputación de Ourense para apaciguar a la comarca agrícola más importante de la provincia, junto con O Ribeiro. El sector se serenó relativamente a medida que se fue regularizando la situación: un consello regulador específico, la puesta en marcha del contrato homologado durante la pasada legislatura o las posibilidades que ofrece el Banco de Terras de Galicia para ampliar y hacer más competitivas las explotaciones fueron algunos de los mecanismos que dignificaron el trabajo y las rentas de los pataqueiros.

Pero el bienio 2009-2010 volvió a resucitar las peores pesadillas para los vecinos de la comarca de A Limia. Hace meses que se vienen celebrando reuniones sectoriales y con la Administración para reclamar ayudas o compensaciones para los agricultores por la situación límite que atraviesan, con la cosecha del 2009 sin salida, deteriorándose en los almacenes y con unos precios de venta que no cubren el 50% del coste de producción.

Y por si el ajetreado 2009 no había dejado lo suficientemente exhaustos a los agricultores de A Limia, el crudo invierno y la adversa meteorología, con las trombas de agua de diciembre del pasado año y el temporal de finales de febrero, han rematado la faena dejando tras de sí un paisaje desolador y unos ánimos más que encendidos por lo que se considera una falta de consideración y de sensibilidad por parte de las autoridades, que aún no se «han dignado» a visitar la zona.

Muerte y pérdida de cosechas

El paso del Xynthia por A Limia dejó un reguero de daños y desolación: en Vilar de Barrio murió una vecina cuando el temporal derribó parcialmente la nave agrícola en la que estaba trabajando, la cosecha de cereal se perdió al resultar los campos anegados por el agua, y casi una veintena de granjas o naves agrícolas resultaron afectadas de algún modo, desde las que perdieron su tejado o vieron desaparecer parte de sus materiales a las que se desplomaron parcialmente. En una de ellas sus dueños trasladaban el lunes su malestar al portavoz del BNG, Guillerme Vázquez, por el abandono de las autoridades -nadie se había interesado por su situación ni se pasaron a evaluar los daños- y le confesaban que llevaban días turnándose para dormir en la nave y así evitar que les robasen la maquinaria y la cosecha almacenada. Ayer mismo, Javier Losada acudía de nuevo a su plantación de Xeixei para dar fe de la catástrofe: «Aquí había 4 hectáreas de millo. Non se recolleu en novembro porque estaba adicado ao grao seco para destinalo a pienso. Tiña contratada a maquinaria o luns para recollelo e o sábado pasou o temporal. Agora non vale para nada porque caeu ao chan e entroulle a humidade e non hai maneira de salvalo porque podrece». La valoración es desoladora: «¿As perdas? Pola colleita dos outros anos aquí había 13.000 ou 14.000 euros en cereal».

Las estimaciones de algunos sectores hablan de 4 millones de euros en pérdidas y 5.000 hectáreas afectadas. Y tras el temporal llegó la tormenta política. La ex conselleira socialista Carmen Gallego y la diputada María Quintas acusaban el sábado al Ejecutivo de Feijoo de abandonar a los agricultores de A Limia y de no tener intención de habilitar ayudas para los afectados ni pedir la declaración de zona catastrófica.

Dos días después, el lunes, era Guillerme Vázquez el que visitaba el lugar y acusaba a la Xunta y al Estado de no tener en consideración a los afectados. Horas después era el Concello de Xinzo el que aprobaba que se declarase A Limia como zona catastrófica.

El asunto, en el Congreso

A Limia llegó finalmente ayer al Congreso por medio de una proposición no de ley del PP, aprobada por unanimidad, en la que se acordó instar al Gobierno a aprobar ayudas urgentes para paliar los daños de los temporales de este invierno en Galicia. Una decisión que abre la vía de la esperanza para los afectados ourensanos y de otras zonas de Galicia.