La valoración de Rosa Díez sobre el término gallego fue motivo de discusión en el Parlamento, donde Pilar Rojo confía en que se apruebe una condena a la dirigente de UPyD.
-A Díez le parece sospechoso O Hórreo, dice que hay mucho «aprendiz de censor».
-¡Hasta aquí hemos llegado! Comparto la indignación generalizada de todos los gallegos hacia esa mujer, porque una cosa es pedir perdón y admitir que se ha equivocado, y otra distinta es reiterarse. Me molesta la tozudez de que insista en un error.
-¿Le faltaron reflejos al Parlamento para reprobarla en el último pleno?
-Tratamos el tema, yo tenía un borrador de declaración, pero creímos conveniente hacerlo de acuerdo todos los grupos.
-¿Cuándo?
-En el pleno pasado no había lugar y probablemente habrá en el siguiente un pronunciamiento institucional. Creo que tiene que partir de los grupos políticos, así lo han manifestado y no tengo dudas de que habrá acuerdo porque están en ello.
-Con casos como el de Díez parece que al Parlamento le cuesta arrancar, ¿cree que tiene falta de agilidad?
-Aquí la falta de agilidad fue más un querer esperar. La falta de agilidad tiene más que ver con el registro de iniciativas; y conste que eso se ha intentado agilizar, porque ahora se pueden introducir preguntas urgentes registradas el día anterior.
-Parece mejorable...
-Es verdad que es mejorable, pero la mejora pasaría por una reforma del reglamento.
-En la era de la información es chocante que se tarde en reaccionar 10 días a un asunto.
-Algunos aspectos se han modificado, pero con los cupos de iniciativas que hay ahora dudo que haya margen para que entren más temas a debate, porque ahora hay más preguntas, más interpelaciones y más posibilidades de plantear cuestiones que en la anterior legislatura, en la que había dos grupos de gobierno que también preguntaban al Gobierno.