Los tambores de guerra siguen sonando en el movimiento agrario nacionalista. El Sindicato Labrego Galego (SLG), liderado por Carme Freire y que libra desde hace más de dos años un duro pulso con la Unión do Povo Galego (UPG) -partido hegemónico en el BNG-, ha decidido expulsar a tres miembros de su dirección nacional por ser fundadores y miembros de la Federación Rural Galega (Fruga).
Esta nueva organización agraria nacionalista, bendecida por la UPG, fue constituida el pasado mes de noviembre por el sector que perdió el control del sindicato en el último congreso del 2007, donde se impusieron las tesis de Carme Freire y Lidia Senra, enfrentadas a la UPG y partidarias de mantener una línea crítica con Medio Rural, consellería entonces capitaneada por Alfredo Suárez Canal.
Con fechas del 2 y del 3 de febrero, el SLG envió una carta -firmada por la actual secretaria xeral, Carme Freire- en la que se comunica la expulsión a Xurxo Álvarez, Manuel Núñez Monjardín y Jorge Cardoso por entender que es incompatible formar parte de la Fruga y pertenecer a la vez a la dirección nacional del SLG.
Los afectados recurrirán
Los tres afectados tienen intención de recurrir porque creen que no se han respetado los pasos que estipulan los estatutos. Pero en la misiva que se les envió, Carme Freire ya advierte de que es a la dirección nacional a la que le compete interpretar los estatutos. Estas bajas se unen a las de otros históricos y miembros de la UPG, como Emilio López, Milucho , Manuel Dacal o Xosé Ramón Puga, todos ellos fundadores de Fruga.