La película tuvo que ser retocada para corregir el nombre de la Consellería de Economía
11 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Ni la ropa que vestía la gente ni los coches que circulaban por las carreteras parecían actuales. Medio centenar de empresarios convocados por la Cámara de Comercio de Pontevedra para participar en una misión comercial en Río de Janeiro asistieron perplejos a la proyección de un vídeo de hace veinte años con el que la Xunta intentó explicar a emprendedores brasileños la realidad de Galicia. Fue hace una semana durante un almuerzo en el Centro Internacional de Negocios de la capital carioca, la efervescente sede de la Federación de Industrias de Río de Janeiro, en la que se cocinan los entrantes del futuro del país sudamericano.
En el salón estaban presentes empresarios gallegos de la construcción, el turismo, el sector naval, la alimentación o la pesca, además de unos 60 turoperadores cariocas y representantes de varias industrias brasileñas.
La directora xeral de Comercio, Nava Castro, ostentaba el nombre de la Xunta en la misión. Tras haberse dirigido al auditorio dio paso al vídeo, una proyección firmada por el Igape que pretendía ser un resumen de cinco minutos sobre la realidad de Galicia. Pero el contenido enseguida chirrió. Los automóviles que aparecían en la proyección eran antiguos, la ropa de la gente estaba pasada de moda y el ritmo de la grabación no marchaba a la altura de un trabajo hecho para captar la atención de un espectador ajeno a la realidad gallega del siglo XXI. Algo lógico, si se tiene en cuenta que la cinta había sido filmada hace veinte años, cuando Manuel Fraga era presidente de la Xunta. La recuperación del vídeo obligó a introducir algunos retoques; el más evidente, el nombre del departamento que patrocinaba el trabajo, la Consellería de Economía e Industria, que a principios de los noventa se llamaba Consellería de Economía e Facenda. En el vídeo se ofrecían unas pinceladas sobre la realidad socioeconómica gallega que presentaban como ventaja comparativa de la comunidad el bajo nivel de sus salarios.
El mal sabor de boca que a los empresarios gallegos presentes les dejó el vídeo tuvo su compensación. Minutos después de la exhibición subió a la tribuna el gaiteiro Carlos Núñez, que participaba en la misión a través de su productora Keltia. El vigués dio paso a una proyección con la que presentó su última obra, Alborada de Brasil; el audiovisual resultó ser un trabajo moderno y refrescante en el que el músico esbozó la fusión de muiñeira y samba con el compromiso del mismísimo Carlinhos Brown, quien aludió a Galicia como ese lugar en el que le dieron sus primeras oportunidades.
Poco antes del almuerzo, los 60 turoperadores cariocas presentes habían recibido una pequeña explicación del fenómeno del Xacobeo. Representantes de las cámaras de comercio de Santiago y Pontevedra esbozaron las diferentes rutas, y técnicos de la Universidade de Santiago publicitaron una empresa que propone aprender español mientras se recorre el Camino. Nadie de la Xunta, ni de Cultura, ni de Turgalicia, consideraron acudir al acto, a un mes del inicio del próximo año santo.