Hallan en Cee el pecio de uno de los primeros vapores trasatlánticos

GALICIA

El «Great Liverpool» se hundió en 1846 y entre sus restos han aparecido pertenencias de los pasajeros

08 dic 2009 . Actualizado a las 11:41 h.

A las cuatro menos cuarto de la madrugada del 24 de febrero de 1846 el Great Liverpool chocaba contra unos bajos en algún punto de la ría de Corcubión. El buque correo británico, con 145 personas a bordo, logró acercarse a la costa. El capitán de la nave, Mac Leod, consiguió salvar la vida de casi todos los tripulantes. Perecieron tres personas durante la evacuación. El cuarto sería, días después, el propio Mac Leod, que se cortaría el cuello en Cee, seguramente abatido por no haber podido salvar la nave.

Durante tres días la tripulación logró rescatar parte del correo que llevaba el vapor desde la India a Inglaterra. También un cofre con lujosos vestidos destinados a la reina Victoria. Después, el mar se llevó los restos de la nave, que desapareció en las profundidades para iniciar un descanso de más de siglo y medio. Hasta que hace unos meses buceadores de la empresa Archeonauta, que realizaban prospecciones en la ría por encargo de la Xunta, dieron con él con la ayuda de José Suárez Castro, un buceador local, al topar un pecio con importantes restos que permiten reconstruir cómo era la vida a bordo en uno de los barcos más modernos y lujosos de la flota de su tiempo.

El Great Liverpool fue construido en Liverpool en 1837 y botado al año siguiente. Entre otros méritos, tiene el de haber sido el primer vapor de dos chimeneas que atravesó el Atlántico en línea regular. A sus dos motores se le sumaban tres mástiles para otras tantas velas. El buque fue uno de los primeros en admitir pasaje de placer, además de correo, su misión principal. Entre otros lujos, fue uno de los pioneros en contar con agua caliente en los camarotes. La empresa propietaria de la nave, la P&O, todavía existe.

Alejandría-Southampton

La lujosa nave, de más de mil toneladas, se fue al fondo, seguramente, con gran parte de la carga que llevaba en su viaje de vuelta desde Alejandría a Southampton. En Alejandría recogió pasaje que volvía a casa desde la India -también correo-, entre ellos militares y familias adineradas.

El accidente tuvo un gran eco en los medios ingleses de la época e incluso se llegó a pedir en el Parlamento británico una comisión de investigación sobre lo sucedido, pero que no llegó a constituirse. Los restos de aquel buque colonial permanecen hoy, parcialmente conservados, en el fondo de la ría a la espera de contar su propia historia.